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El youtuber ha indignado a los usuarios de redes sociales, lo que hace sumamente riesgoso invertir en pautas con él en estos momentos.
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La publicidad ha avanzado en contener los estereotipos con sus mensajes, pero hay personalidades que se empeñan en retroceder.
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Comunicar a través de publicidad se ha convertido en una apuesta muy importante para las marcas, esto en un momento de gran valor para poder desempeñar acciones comerciales en momentos tan complicados como la pandemia por la que atravesamos.
Desde esta innovación en la manera de ejecutar una idea para comunicar, un punto que no podemos perder de vista es el que nos advierte de lo importante que se ha vuelto para el consumidor contar con recursos culturales en la comunicación que tiene con las marcas, para lograr a través de estos elementos una imagen de lo que es acertado en estos enstantes, cuando se exige mayor capacidad de las marcas por la empatía con la realidad que se vive.
Hablar de que las marcas se están volviendo empáticas nos lleva a analizar, que sin lugar a dudas lo tradicional ha perdido fuerza en el consumidor, quien exige mayor consciencia social ante problemas muy serios, como la cosificación de la mujer en publicidad.
La difusión de mensajes negativos en contra de personas por el género que ostentan, es una pésima idea hoy en día, por lo que si un youtuber se presta a la difusión de este tipo de mensajes es un grave riesgo para el resto de marcas, porque es asociarse con una persona que es percibida de forma negativa entre el consumidor.
Esto lo comprueba el famoso efecto halo, que es como se conoce a la estrategia con que las marcas se asocian con personalidades, para que sean vinculadas a los valores positivos de estas y lograr una promoción acertada.
Luisito Comunica es acusado de sexista
Hoy es un mal momento para las marcas invertir en pautas con Luisito Comunica, pues el influencer ha revelado su verdadera forma de pensar entorno a las mujeres y solo bastó una campaña para promocionar un mezcal.
El famoso youtuber ha respondido que tras las críticas que generó su idea creativa, en que su rostro aparece junto a la parte trasera del cuerpo de una mujer, la acción fue desafortunada, por lo que dijo lamentar el resultado.
Luisito, como se hace llamar en Youtube, dijo reconocer que era una fotografía desafortunada la usada el día de ayer en su cuenta de Instagram e ironizó contra quienes tomaron su caso para advertir que no se trata de un mensaje gracioso.
El youtuber continuó con su mensaje y dijo que le provocó risa el nombre del mezcal, pero no profundizó en el significado de este, por lo que sentenció que eso debería de parar, sin explicar a que se refería.
Para justificar su conducta, aseguró que “como yo, muchos hemos sido parte de una cultura que normaliza ‘bromas’ que jamás debieron ser graciosas. Ni hoy ni nunca. Leo la retroalimentación en redes y me da gusto que las personas levanten la voz. Gracias por recalcármelo; seré mucho más consciente de lo que publico”.
Reconozco que mi fotografía de ayer fue inapropiada y les agradezco que me tomen como ejemplo para que comprendamos que NO es gracioso. Aunque simplemente me dio risa el nombre del mezcal y no pensé en el fondo de su significado, me doy cuenta de que esto debe de parar.
— Luis El Crack (@LuisitoComunica) August 31, 2020
Mal momento para invertir en Luisito Comunica
Las audiencias se han lanzado contra Luisito Comunica y no es para menos, el youtuber pautó un post con el nombre de Nalgas Locas, en donde luce una botella de un mezcal en donde se lee: “tus nalguitas serán mías”, esto con su rostro pegado al trasero de una mujer y haciendo la señal de que se trata de una buena idea alcoholizar a las mujeres.
La estrategia es una pésima ocurrencia creativa y lejos del error demuestra lo riesgoso que es para las marcas invertir en personalidades que promueven mensajes tan dolorosos, por la realidad que viven las mujeres en México.
La conducta del youtuber, cosificando a la mujer y retrocediendo todo lo que se ha avanzando para que la publicidad no promueva estereotipos, se convierte en un error del que debemos de aprender y más en estos momentos en que las marcas tienen que ser empáticas con el consumidor, no apostando por personalidades que promueven el abuso contra las mujeres.