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En su conferencia del jueves, Trump dijo que podría ser bueno ver si se puede curar la COVID-19 inyectando desinfectante
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También sugirió que se podría meter un tipo de luz al cuerpo de los enfermos, para tratar de matar al virus con calor
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Lysol es la marca de desinfectante que está entre las más populares tanto en los EEUU como en México
Una de las grandes desgracias de la pandemia de COVID-19 ha sido la enorme circulación de noticias falsas y desinformación. Algunas de las más peligrosas son las que sugieren el uso de ciertos productos para prevenir o incluso curar la enfermedad. Estos mitos no solo ponen en riesgo la vida de las personas, sino la reputación de la marca en cuestión. Y por desgracia, a veces la fuente de estas fake news son figuras de alto nivel con un alcance global masivo.
El caso deshonroso más reciente viene de parte del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump. En una conferencia de prensa ayer, el ex-magnate sugirió que los productos desinfectantes podrían usarse para curar la COVID-19. Esto, al inyectarse sustancias como la marca Lysol para eliminar el virus desde adentro. Sobra decir que esta información, además de ser falsa, es muy peligrosa. Y según AdAge, generó un sinfín de burlas en las redes sociales.
#COVID19 doesn’t stand a chance against Clorox, Lysol, and Tide Pods. The trifecta! pic.twitter.com/KjfUnYFxCq
— Cole (@colesnonsense) April 24, 2020
How to medical pic.twitter.com/0EDqJcy38p
— Sarah Cooper (@sarahcpr) April 24, 2020
https://twitter.com/Dejanae_127/status/1253560526073815042
Sin embargo, como la fuente de esta desinformación fue el mismo presidente de los EEUU, los dueños de Lysol acordaron que no se jugarían su imagen. Reckitt Benckiser, también a cargo de la marca de desinfectantes Dettol, emitió un comunicado oficial, de acuerdo a Bloomberg. La organización señaló que bajo ninguna circunstancia se deben administrar sus productos al cuerpo humano. Ya sea a través de inyección, ingestión o cualquier otra ruta que se sugiera.
Desinformación y afectaciones de marca
No es la primera vez que un personaje público esparce fake news sobre la pandemia. Eugenio Derbez afectó la marca del IMSS al esparcir información falsa de la forma en que la institución lidiaba con la enfermedad en Tijuana. También Chumel Torres, uno de los influencers más populares en México, empezó a circular la falsa imagen de un presunto médico fallecido. Tal es la severidad del problema, que están amenazando el negocio de empresas como YouTube.
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Las actitudes y actuar del presidente americano no se pueden excusar. Esparcir este tipo de teorías sin fundamento se puede considerar un verdadero crimen para la salud. Pero lo más importante, es que afecta directamente a la reputación de la marca de Lysol y Dettol. Claro, si hay algún accidente o muerte por culpa de estas ideas, Trump será el primer señalado. Pero es ingenuo pensar que no habrá gente que vaya a señalar a Reckitt Benckiser por el incidente.
En este sentido, las acciones de la marca fueron adecuadas. Claro, la respuesta de la empresa se dio apenas este viernes, cuando la conferencia de Trump ocurrió el jueves. Tal vez hubiera sido un poco mejor detectar y lidiar con esta fake news casi de inmediato. De todas formas, es una muestra de por qué es tan importante vigilar todo lo que se diga de la compañía en torno a la COVID-19. Las fake news, si no son controladas, pueden destruir fácilmente un negocio.
Afectaciones de las fake news a la imagen
Si bien Reckitt Benckiser reaccionó rápido para defender su marca, no todas las compañías han sido igual de afortunadas o ágiles. Por ejemplo, en agosto de 2019 empezó a circular el rumor que la compañía dueña de Olive Garden había donado a la reelección de Trump, algo que provocó un boicot en su contra. En febrero también se decía que se iba a construir un Disneyland en México, que resultó falso. Y ante la COVID-19, hasta Bill Gates sale perdiendo.
¿Qué puede perder una marca cuando deja que una fake news le afecte? De acuerdo con Emerald, puede terminar por deteriorar la confianza que el público general tiene hacia la compañía en cuestión. Estudios demuestran que solo verse relacionadas con contenido engañoso, a través de la publicidad, puede reducir la credibilidad de la empresa. Y Another Company advierte que, aún cuando la gente no caiga en el engaño, afecta su percepción.