México ya no solo sirve de inspiración para las marcas de lujo, se ha convertido en un importante mercado para este exclusivo segmento, debido a un mayor número de consumidores y a marcas con mayor capacidad en el país, a través de puntos de venta y de estrategias de comercio electrónico.
Cifras de Hays México reportaban en 2012 que el consumidor mexicano había gastado en el mercado de lujo 12 mil millones de dólares, lo que había representado un crecimiento para este sector de 15 por ciento.
A cinco años de distancia, esta capacidad de compra se ha fortalecido debido a tendencias como el “nuevo lujo” o fenómenos económicos como las nuevas economías, donde junto a China o Brasil, México ha solidificado los cimientos para que las marcas de lujo se encuentren con un consumidor interesado en experiencias y productos exclusivos, los que compra a través de páginas de internet o en puntos de venta, luego de haber conocido a la marca mediante redes sociales o en sus sitios web.
Con este contexto, llama la atención la inclusión de la Ciudad de México en los libros de viaje de Louis Vuitton, una colección de libros que edita la compañía para mostrar las ciudades más representativas del mundo.
La estrategia corrió a cargo de Nicolas de Crécy:
Este tipo de acciones impactan en la experiencia que se vive dentro de las ciudades y que es conocido como marketing urbano, el cual mide la posibilidad de vivir dentro de una ciudad con niveles de seguridad, transporte de calidad, contaminación, entre otros elementos evaluados.
También se trata de un importante indicador del valor que tiene el mercado de lujo en el país, donde nos encontramos con mayor capacidad por parte de las marcas, en lograr resultados a través de acciones con las que buscan identificarse con las audiencias y el mercado mexicano.