Las marcas de lujo son reconocidas por su exclusividad y alto costo de productos. Muchas de ellas han basado su valor de marca en la tradición y la alta calidad de los productos que venden, es por eso que cualquier amenaza a este trabajo, es de inmediato atacado, tal como ocurrió en Corea del Sur.
Louis Vuitton demandó en este país a una tienda de venta de pollo frito, por hacer uso de su nombre en el suyo donde se lee: chaLOUISVUI TONDAK.
【芸】 韓国の商標問題が過熱 ルイ・ヴィトンに類似したチキン店に罰金 (https://t.co/5KoUF6zebM): 韓国のフライドチキン店「ルイヴィ・トンタク(LOUISVUI… https://t.co/RgQtHiSB85
— 芸能ニュース (@twinews4) 24 de abril de 2016
En la actualidad, Louis Vuitton es la marca de lujo con mayor valor dentro de un ranking elaborado por Statista, al alcanzar 27 mil 445 millones de dólares en 2015.
La importancia para las marcas de su imagen, y más en un mercado de lujo, es parte fundamental de su estrategia de marketing, pues se trata de un diferencial indiscutible, ya que no pueden basar el éxito de sus ventas en el precio, la innovación o el número de producción, factores que si impactan en consumidores, dentro de mercados como el tecnológico o el de retail.
Anteriormente marcas de moda ya han tenido que sacar el poder de su legado en contra del segmento alimenticio, cuando Chanel se enfrentó a un fabricante de chocolates por el uso de su marca No. 5, nombre de su indiscutible fragancia icono en el mercado de los perfumes de alta gama.
Con base en esto, no cabe duda que la imagen que representan las marcas de lujo son el gran diferenciador dentro de un mercado, donde los consumidores no ven en precio o producción un motivo para comprar, buscan la experiencia de la exclusividad que no pueden encontrar en un pollo frito o el trozo de un chocolate amargo.