El valor que los productos han alcanzado en el mercado se da a través de la capacidad de comercialización, debido a elementos como la permanencia que logran en la vida del consumidor.
A partir de esto encontramos conceptos como yellow goods o bienes amarillos, que se refieren a los productos que logran permanecer durante mayor tiempo en uso para el consumidor, por lo que su reemplazo se vuelve en una necesidad de largo plazo.
Desde esta medida encontramos que existen productos dentro de mercados como el tecnológico, automotriz o de lujo, que representan en algunos casos una inversión debido a que el valor se traduce en funcionalidad o en otros casos representa un retorno de inversión.
Frente a este mercado encontramos que existen mercados como el de lujo, donde comprar un bolso Birkin de la marca Hermès, según un estudio de Baghunter, se convirtió en el retorno de inversión después de un año de haber adquirido una pieza de este tipo, de 14.2 por ciento.
Del otro lado, el valor que han multiplicado los productos a partir de la usabilidad que logran, ocurre en un momento en que la mayor permanencia del lado del consumidor, abre una oportunidad para entenderlo a través de sus necesidades, preferencias, momentos y sobre todo, interacción entre marcas y el mercado cada vez más detallada a partir de la data generada.