Durante 8 años, Barack Obama, fue el presidente que rompió toda clase de protocolos para hacerse público, asistir a muchos programas de televisión nocturnos, detener sus giras y bajar del auto para convivir con ciudadanos, ser invitado en programas de humor político, comer en supermercados, restaurantes populares, entre otros, que formaron parte de los guiños que hizo un presidente con frescura, distensión y de forma natural.
Yes we can.
— Barack Obama (@BarackObama) 22 de marzo de 2010
El próximo ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quebró los esquemas en los que sus antecesores se distinguieron por ser lo opuesto, de tal forma que las acciones de Obama quedaron grabadas en videos y fotografías que se volvieron virales en su mayoría, y de los que quedarán registros sobre las lecciones de marketing que deben seguir líderes, empresarios y aspirantes a cargos públicos.
Desde que era candidato presidencial, Obama estableció una marca personal, un “Personal Branding”, ya que con su equipo de campaña sumó el apoyo millennial, principalmente por Facebook y Twitter. Aspectos como creer en ti mismo, ocupar el sitio que mereces, tener identidad en el trabajo y en el exterior, son aspectos que el próximo ex presidente dominaba desde que era candidato.
Sus constantes apariciones en Late Nights, aunado a la buena época de éstos, disparó su popularidad entre jóvenes no tan jóvenes y los adultos. Incluso se prestó para ser parte de las dinámicas de estos programas, como cuando leyó tweets públicos sobre lo que la gente pensaba de él. Los leyó abiertamente y sin ningún tipo de censura.