Este sábado Juventus y Real Madrid se enfrentan en la final de la UEFA Champions League, misma que verá al conjunto merengue alzarse con el bicampeonato o a los bianconeri coronarse como monarcas europeos por tercera vez en su historia. Si bien la gloria del futbol europeo estará en disputa en la cancha del Millennium Stadium de Cardiff, Gales, hay mucho más en juego y el vencedor podría no ser necesariamente quien se alce con el trofeo de campeón.
No cabe duda alguna que la primera victoria puede atribuírsele a la UEFA, pues desde que el organismo rector del futbol mundial decidió mudar el juego por el título a los fines de semana, éste logró convertirse en el evento deportivo anual más visto a nivel mundial (alcanzando su récord de audiencia en 2013, cuando reunió a 360 millones de televidentes), lo cual ha permitido la revaluación del certamen, situación más que evidente cuando comparamos el pool de patrocinadores actual con el que se tenía hace poco menos de una década. Prueba de ello son la llegada de marcas como PepsiCo, Nissan o Gazprom, quienes han desembolsado grandes sumas de dinero para asociarse al certamen.
Una victoria más pertenece a la firma alemana Adidas, la cual ha logrado agenciarse la final de manera exclusiva luego de 6 temporadas (la última vez que lo logró fue en la campaña 2011-12 cuando Chelsea y Bayern Munich disputaron el juego final). De tal modo, al patrocinar tanto a Juventus y Real Madrid como al propio certamen, la empresa germana se ha asegurado una muy buena visibilidad durante el juego final.
Desafortunadamente para los germanos, pese a no contar con equipos en la final, su gran rival Nike también podría colgarse una victoria al contar con un elevado número de embajadores de marca dentro de la cancha, siendo el más importante de ellos Cristiano Ronaldo, uno de los principales activos de la firma estadounidense. Pero, incluso dejando fuera al portugués, los jugadores que portarán el swoosh en la final tienen más posibilidades de pesar en el resultado final del juego por la posición del campo en la que se desempeñan. Por la Juventus tanto Dybala como Higuaín y Mandzukic utilizan la marca de la palomita; mientras que el Madrid el único delantero que ocupa la marca teutona es el francés Karim Benzema.
La siguiente victoria a repartir puede o no ser compartida, pues corresponderá a la o las marcas que sepan aprovecharse de las incidencias del partido en redes sociales independientemente de que cuenten o no con un patrocinio, ya sea con alguno de los equipos o el propio certamen. Para conseguir esta victoria las marcas deberán valerse de la creatividad y oportunismo de sus equipos de trabajo.
La última victoria a repartir corresponderá al vencedor del certamen, quien más allá de llevarse la gloria y los 15.5 millones de euros que otorga la UEFA, también tendrá la sartén por el mango a la hora de renovar contratos con sus patrocinadores o firmar nuevas marcas interesadas.
Evidentemente a la lista anterior también deben de sumarse las televisoras, la industria restaurantera y otras tantas que ven la Champions League como una Navidad adelantada.