La firma de comercio electrónico fundada por Jeff Bezos, Amazon, es una de las gigantes de la tecnología así lo demuestran sus ingresos anuales, mismos que durante 2018 fueron de 232.89 mil millones de dólares y que desde 2004 no han hecho más que subir. Si bien la firma ha segmentado su negocio en diversas aristas, su brazo fuerte es la venta de productos, del total indicado, el e-commerce le representó a la compañía casi 123 mil millones.
Motivo por el cual este negocio le ha permitido a la empresa ser un referente del comercio electrónico a nivel mundial, a pesar de la ardua competencia que representan los asiáticos como Alibaba, Rakuten, entre otras.
De tal modo que, alrededor de esta industria, existe un modelo de negocio que poco a poco ha cobrado relevancia, casi en función del crecimiento de las gigantes del sector, se trata de los ‘usureros’ digitales.
En un artículo de Bloomberg se narra la historia de Kerry Franciscovich, un personaje que se define como una hurgadora de ventas de garaje de toda la vida, que revende lo que ha encontrado durante años por Ebay.
Cuando Kerry decidió su presencia online, compró productos en Bulq.com, una nueva empresa online que se dedica a clasificar y empaquetar artículos devueltos; esta firma es parte de este nuevo segmento de negocio de ‘empresas de reventa’ que aprovechan la ola de mercancías devueltas que fluye del comercio electrónico, la cual, de acuerdo con el medio, alcanzó un valor aproximado de 370 mil millones de dólares el año pasado.
Y es que conforme los minoristas abrumados buscan formas económicas de recuperar más dinero de la avalancha de los bienes devueltos, surgen revendedores de todos los tamaños para cubrir ese vacío.
En declaraciones de Howard Rosenberg, máximo ejecutivo de B-Stock Solutions a Bloomberg, sostiene que las personas crean empresas porque ahora puede comprar esas existencias.
El modelo de negocio de las firmas como Bulq y B-Stock consiste en ayudar a minoristas de deshacerse de los intermediarios, generalmente enormes empresas de liquidación, las cuales solían llevarse la mercancía devuelta por centavos y que posteriormente la revendían, en ciertos casos muchas veces, antes de ofertarlas a tiendas de descuento como T.J. Maxx.
De tal forma que en el momento que las devoluciones aumentaron de forma significativa en el ámbito del comercio electrónico, los minoristas buscaron formas de reducir sus márgenes de pérdida. Aunque las devoluciones en tiendas físicas promedian un 8 por ciento, este indicador se eleva casi tres veces en lo que respecta a las mercancías adquiridas en línea, según la asociación Reserve Logistics Association, en comentarios a Bloomberg.
Lado positivo.
Dentro de las ventajas que ofrecen estas firmas, sostiene el medio, es que brindan formas más directas de reventa de su stock a precios más elevados.
Optoro, propietaria de bulq.com proporciona un sistema en la que las minoristas pueden clasificar los productos devueltos, lo que permite identificar el mejor canal para la reventa, que además ahorra tiempo y dinero.
Con la creciente demanda, este negocio puede llegar para quedarse, además de que representa beneficios para todos los implicados en la cadena de valor, no obstante, aunque pareciera un negocio atractivo de incorporarse, se debe ser consciente que se requiere de tiempo y disciplina para que un proyecto funcione.
Hasta ahora es incierto el futuro de estas nuevas firmas, pero con la migración digital a plenitud, puede que estemos ante un nuevo segmento que requiera de múltiples profesionistas a su alrededor.