El París Saint-Germain se encuentra en celebraciones tras obtener su séptimo título de liga luego de la goleada con la que ganó al Mónaco para conquistar el torneo local; durante los festejos, tanto equipo como afición se mostraron mesurados, todo el entorno del equipo multimillonario sabe que el fracaso en Champions League aun está presente.
No sólo el escenario deportivo le jugó una mala pasada al PSG, la entrevista del presidente de Francia, Emmanuel Macron, a la televisora BFMTV donde habló sobre temas de interés como el conflicto armado en Siria, entre otros temas, restó interés del espectador en el país galo por el encuentro.
Información publicada por Mundo Deportivo señaló que la incursión del mandatario francés en la televisión captó la atención de 3.8 millones de televidentes, mientras que el partido decisivo fue seguido por 1.2 millones de espectadores.
Otro aspecto, el más importante, que estuvo ausente en los festejos se encuentra a ocho mil kilómetros de distancia, el delantero brasileño Neymar, principal estrella del equipo, permanece en Río de Janeiro como parte de su recuperación a una lesión que sufrió en el pie derecho.
Según diversos reportes de prensa, un nuevo desplante del jugador a la diligencia del equipo supone el punto final a una relación que nunca terminó de consolidarse, un trascendido de “El País” refiere que el PSG da por hecha la salida del jugador, y es que la negativa de Neymar a la petición de completar su recuperación en la capital francesa no gustó en el entorno del club.
Este desaire se suma a los múltiples que se han suscitado a lo largo de la temporada, desde el roce con el delantero uruguayo Edinson Cavani tras la discusión de quien ejecutaría un penal; la poca credibilidad del entrenador con el astro, la división de la plantilla entre brasileños y el resto de compañeros, el supuesto arrepentimiento y consenso con los jugadores del Barcelona para regresar y los encuentros de su padre con gente del Real Madrid, han hecho que la relación esté en un momento crítico.
Incluso, la duda de que Neymar regrese al PSG antes del Mundial o de plano no vuelva más son rumores que se retoman día con día en la prensa de parisina. No obstante, este hecho, en caso de concretarse, cimbraría los planes del presidente del club, Nasser Al-Khelaïfi, de levantar la Champions League en los próximos torneos.
No sólo se trata de una estrategia fallida de un jugador que no se logró adecuar al equipo, torneo y ciudad, sino que con ello, toda la infraestructura quedó dañada. La eliminación del torneo intercontinental a manos del Real Madrid encendió las primeras alarmas, retener al brasileño se convirtió en la principal prioridad, además de la reestructuración de la plantilla, salida de jugadores y técnico para tener contenta a la figura.
Además, el pago de 222 millones de euros para incorporarlo al equipo, seguirá siendo tema de discusión, en especial cuando la temporada ha terminado en fracaso, para la afición y equipo, conquistar la liga y la copa, que todavía queda por jugar la final, no son méritos suficientes para detonar el júbilo.
En caso de concretarse la salida del brasileño, no importando su destino, la mancha con la que vivirá el PSG será difícil de eliminar, la adquisición del verano pasado en lugar de permitirle acercarse a su objetivo parece haberlo alejado más, en tanto, el paso de Neymar por Francia puede quedar pronto en el olvido, ya que Brasil es uno de los máximos candidatos a ganar la Copa del Mundo, algo que dotará de reputación y valor de marca al jugador.
