La comunicación corporativa es de vital importancia, por lo que cada palabra y signo importa en la relación jefe-empleado, pero adquiere mayor importancia cuando los trabajadores son numerosos y el correo electrónico se vuelve un canal importante de comunicación.
Sin tratarse de una estrategia de email marketing, los directivos encuentran en los correos electrónicos la herramienta ideal para comunicarse, por lo que un mensaje mal escrito puede provocar una mala impresión y desconfianza en un futuro. De acuerdo con CNBC, hay tipos de correos que se deben de evitar:
No equivocarse de nombres. De directivos, o a quien corresponda, cuando los correos necesitan ser enviados a muchas personas se suelen cometer este tipo de errores, sin embargo, es necesario mantener el cuidado cuando nos dirigimos a una persona, sin importar si han sido muchos correos enviados.
Evitar los párrafos grandes. También denominados “bloques” porque el destinatario perderá el interés conforme pasan los segundos y no termina de leer todas las líneas, ya que la mayoría de las personas solo tienen tiempo de leerlo por las mañanas y por las noches, por lo que el tiempo que dedican a cada correo unos pocos segundos. Lo recomendable son párrafos cortos y fáciles de digerir.
Pretender capitalizar las palabras equivocadas. Desde títulos hasta palabras que parecen “importantes”, lo ideal es no utilizar palabras rebuscadas o citar declaraciones, sino parafrasear con palabras cortas, ya que lo recomendable es leer el correo antes de enviarlo.
Cuidado con las siglas. En las áreas institucionales o de medicina suele ocurrir el sobre uso de siglas y acrónimos para dar seriedad a un correo, no obstante, si el destinatario no es un doctor o abogado, lo idóneo será omitir las siglas, o de ser necesario proporcionar el significado y nombre completo de la asociación a la que se hace referencia.