Las negociaciones políticas en muchas de las veces llegan a ser encuentros de buena voluntad y gastos innecesarios de viáticos para los erarios públicos. Las fotos y los saludos con sana distancia imperan, pero los líderes, al finalizar las reuniones, se olvidan de parlamentar para mejorar.
El objeto de un buen cabildeo político está basado en la integración de una sólida agenda que le permita al gobernante que la presenta, obtener acuerdos trascendentes que marquen su legado e impongan su estilo… Sin embargo, lo más importante, es que proporcionen a sus conciudadanos tangibles beneficios.
Sin embargo, cada caso presenta particularidades y un contexto diferente, lo que nos lleva a seguir el consejo del filósofo Aristóteles que advertía que un error en las premisas supone una catástrofe en las conclusiones, lo cual es tanto como decir que un error en los principios supone una catástrofe en los resultados.
En el cabildeo político del caso que analizamos para Merca2.0 en esta ocasión, surge la pregunta clave, ¿qué pasa cuando los encargados de definir el problema, los líderes políticos de China y USA, son parte del problema? Dejarán sus posiciones irrenunciables para avanzar proponiendo soluciones audaces que beneficien a ambas naciones.
Alguien tiene que ceder.
Biden se reunió de manera virtual por espacio de tres horas con Xi Jinping para retomar los espinosos asuntos que de dirimirse, le darán ambas naciones y al mundo en general, mayor tranquilidad.
Revisemos la agenda:
a) La independencia de Taiwán. China amenaza con recurrir a la fuerza si se proclama oficialmente la independencia de la isla. El estratégico estrecho de Taiwán está en disputa y aquí Xi Jinping ha dicho que apoyarlos significa jugar con fuego.
b) En cuanto al tema de los derechos humanos, Biden ha expresado su preocupación por las prácticas chinas en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong que tienen que ver con los derechos humanos, a lo cual el líder Chino, ha respondido que están dispuestos a entablar un diálogo sobre estas cuestiones pero sin que esto se tome como pretexto para injerir en los asuntos de otros países.
c) El tema del comercio es uno de los más álgidos dado que Biden no modificó la guerra comercial iniciada por Trump en el 2018 y sigue imponiendo aranceles punitivos sobre algunos productos chinos, al tiempo que se queja de las restricciones al mercado chino para las empresas extranjeras y de las subvenciones concedidas por Pekín a sus empresas públicas.
d) Xi Jinping manifestó sobre el tema que estaba dispuesto a facilitar la llegada de empresas americanas a pesar de las restricciones de la pandemia.
La conclusión sobre esta reunión es que aún faltan por evaluar los retos estructurales y anunciarlos de manera conjunta. Lo cierto es que el paso que dieron ambos estadistas es una señal inequívoca de que la voluntad de trabajar juntos, existe.
La segunda reunión catalogada como de altos cabildeos es la que se llevará a cabo esta semana entre los Three Amigos de Norteamérica, en donde López Obrador, Joe Biden y Justin Trudeau habrán de poner en la mesa de las negociaciones los temas migratorios, los relacionados con la energía eléctrica, los asuntos que los lleve a ser más competitivos y la capacidad de aprender de la pandemia, así como lo relacionado con la defensa del medio ambiente. Esperemos buenas noticias.
Vale la pena cerrar esta colaboración con la ingeniosa frase de Harry Truman que solía decir: “Para tener buenos vecinos debemos también ser buenos vecinos”.
Nos encontraremos más adelante.