Luego de largos años de ausencia, la tradicional marca japonesa de televisores Sharp retorna al mercado estadounidense, donde alguna vez fue uno de los jugadores más fuertes.
Lo hará a partir de una alianza con Roku, que proveerá el software instalado, y con equipos fabricados en México, en la planta de la matriz de Sharp, la taiwanesa Foxconn, según publica Nikkei.
Las ventas comenzarán en la primavera del 2022, pero la fabricación se iniciará antes, por lo que se puede generar una importante expectativa respecto de la mano de obra que podría sumar la empresa.
La compañía con sede en Osaka busca lanzar en Estados Unidos televisores con pantalla de cristal líquido de gran tamaño (entre 50 y 75 pulgadas) y 4K de súper alta definición.
Nikkei dice que la decisión de fabricar los TV en México tiene relación con la intención de mantener “bajos los costos”.
Los televisores se venderán con el software propietario de Roku previamente instalado, gracias a una alianza entre ambas compañías.
La plataforma les permite a los espectadores ver programas de TV en Netflix, en Hulu y en otros servicios de streaming.
Foxconn compró Sharp a mediados de 2016. En los primeros años, concesionó la marca a Hisense, pero Sharp se quejó de que la compañía china estaba dañando la imagen de la empresa, y el contrato se disolvió.
En los Estados Unidos, el mercado de los TV está dominado por la coreana Samsung, con un market share de casi el 38%. La segunda es LG, con el 15% y la tercera, la china TCL, con el 9,8%. Los datos son de DSCC.
Otros datos de una encuesta sobre la propiedad de televisores por marca muestran que en Estados Unicos alrededor del 33 por ciento de los TV son “Samsung”. Sharp aún tiene el 2%.
La tecnología de Roku compite de forma directa con Fire TV, desarrollada por Amazon.com.
Más allá de que Sharp ha tenido complicaciones financieras en los úñtimos años, la compañía japonesa todavía tiene uno de los negocios de electrónica de consumo más importantes del mundo: la fabricación de pantallas y televisores más relevante de Asia. Además, es uno de los proveedores de grandes compañías.
En espacial, es el fabricante de pantallas más importante que trabaja para Apple. Por estos días, provee las pantallas de los iPhone 13. Ese negocio fue una de las principales razones para que Foxconn decidiera la compra.