El smartphone se ha convertido en un dispositivo indispensable para millones de personas en todo el mundo, tanto que se estima que para finales de 2017, más de un tercio de la población tendrá uno de estos dispositivo, lo que quiere decir que habrá cerca de 2 mil 600 millones de usuarios, de acuerdo con datos proyectados en Statista.
En gran medida es por la necesidad de mantenerse conectado, realizar llamadas telefónicas ya es lo de menos, hoy el publicar un tweet, un estado en Facebook, Snapchat, Instagram o realizar un live streaming es parte importante de las actividades diarias de los usuarios.
De ahí que uno de los aspectos que clave en los smartphones actuales es la batería y los sistemas de carga rápida, algo que hasta hace poco se reservaba para algunos teléfonos de gama alta, marcas como LG, Samsung y Google la ofrecen en sus dispositivos insignia.
Sin embargo, ahora también están en algunos modelos de gama media, como el Moto G5 que permite cargar más del 70 por ciento de batería en sólo 15 minutos.
Ahora, una startup de Israel, llamada StoreDot, está cerca de lograr que la carga rápida se recorte a sólo cinco minutos y que pronto sea posible integrarla al mercado de consumo masivo.
Hace dos años, durante la CES 2015 (Consumer Electronics Show), una de las ferias de tecnología más importantes del mundo, presentó una tecnología con la que las baterías de dispositivos como smartphones y tablets podrían tomar escasos cinco minutos para cargar por completo.
De acuerdo con Doron Myersdorf, CEO de StoreDot, en una entrevista con la BBC, la tecnología está lista para ir “al mainstream y podría entrar en producción en 2018”. Según el ejecutivo, ya están en programas piloto con dos fabricantes asiáticos de baterías.
Aunque no se sabe si esto será una realidad, ya que algunos analistas consideran que este tipo de tecnología podría tardar aún más, no obstante son varias las compañías que desarrollan proyectos similares con la finalidad de ofrecer esta función en los smartphones en el corto o mediano plazo.
Una de ellas es Qualcomm, que en noviembre pasado presentó su sistema Quick Charge 4, que ofrece a los usuarios hasta cinco horas de duración de la batería después de una carga de cinco minutos.
Pese a que son cada vez más marcas, aún está el reto de fabricar smartphones que puedan soportar estos sistemas de carga y que no resulten afectados en el proceso, según advierten analistas.