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Las elecciones intermedias de Estados Unidos dejaron un resultado agridulce para el Partido Republicano.
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El grupo parlamentario perdió la mayoría en la Cámara de Representantes.
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Si bien el nombre de Trump no figura en las papeletas, estas elecciones se consideran una suerte de referéndum sobre su presidencia.
La jornada de elecciones intermedias de este martes en Estados Unidos, le dio un fuerte golpe a la mayoría republicana amasada por Donald Trump durante los comicios que le dieron la victoria en 2016, ya que un sector no está tan convencido de las políticas aplicadas por el mandatario.
Los republicanos conservaron el Senado tras lograr el control en 51 escaños, tal y como ya lo tenían al inicio de la elección; sin embargo, la diferencia es que Paul Ryan, quien lideraba la bancada de esa corriente política desistió en ir por la reelección a la senaduría.
Dentro de las 36 gubernaturas que se jugaban en estas elecciones, estados clave como Texas, Arizona y Florida se mantuvieron bajo el control de los republicanos. Mientras que los demócratas obtuvieron California, Colorado y Nuevo México.
En cuanto a la cámara de representantes, los demócratas lideran en las proyecciones de resultados y requieren de 218 escaños para tener el control de la fracción del poder legislativo que vota el presupuesto, y que podría oponerse a los proyectos en los que Donald Trump planea invertir miles de millones de dólares, como el muro en la frontera sur del país.
Una de las llegadas clave al Senado es la del excandidato presidencial, Mitt Romney, por parte del Partido Republicano, en el estado de Utah, quien pese a pertenecer a la misma corriente política de Donald Trump, se ha mantenido en desacuerdo con sus políticas proteccionistas y discriminatorias de
Si bien el nombre de Trump no figura en las papeletas, estas elecciones se consideran una suerte de referéndum sobre su presidencia, que hasta ahora contaba con mayoría republicana en las dos cámaras.
El presidente Donald Trump describió los resultados de las elecciones de mitad de periodo como un “éxito inmenso” debido a que los republicanos mantuvieron el control del Senado, aunque los demócratas obtuvieron algunas victorias importantes en la Cámara de Representantes.
Trump tuiteó: “Un éxito inmenso esta noche. ¡Gracias a todos!”.
El mandatario pasó la tarde observando los resultados en la Casa Blanca acompañado por su familia y amigos. Los días previos a las elecciones asistió a mítines de campaña, en un intento de impulsar a los republicanos que se postularon para el Senado.
La campaña estuvo marcada por violentos incidentes: el envío de paquetes con explosivos a prominentes líderes opositores y la masacre en una sinagoga en Pittsburgh donde murieron 11 personas.
Para consternación de muchos de sus correligionarios republicanos, en la última semana Trump -en lugar de destacar sus logros- prefirió centrarse en un duro discurso -que algunos califican de racista- en el que denunció la inmigración ilegal como una “invasión”.