Existe un arduo camino que hay que recorrer para comenzar con un emprendimiento. Generalmente iniciamos con una gran idea, un proyecto ganador y luego buscamos la manera para realizar un análisis que nos permitan entender lo que haremos, cuánto necesitamos invertir, el margen de ganancia y luego pasamos a cómo entender lo que se requiere para constituir la parte legal, contable, operativa, cumplir las exigencias legales y demás aspectos.
Ante esta increíble sensación que combina emoción y cierta incertidumbre por lo que significa la decisión que estamos tomado, conviene primero asegurar los primeros pasos; entender que este momento es valioso porque nos permite definir la impronta que le daremos y el camino que tomaremos para diferenciarnos del mercado y avanzar las diferentes etapas de la evolución que exige cualquier nuevo negocio.
Es verdad, ser emprendedor representa grandes retos y se requiere de mucha organización, planeación y constancia, pero aprovecho para motivarte por atreverte a vivir este momento, ten presente que no eres el único en esta situación, las pequeñas y medianas empresas en economías como las de Latinoamérica, según reseñó la CEPAL generan el 67% de los trabajadores y representan cerca del 99% del total de las empresas en la región.
Aún en los actuales momentos donde venimos de atravesar una pandemia que ha azotado al mundo entero no sólo desde el punto de vista sanitario, sino económico y social, es posible emprender con éxito, si seguimos pasos acertados, recordemos que más de la mitad de las empresas que hacen parte de la lista Fortune 500 nacieron en medio de una crisis económica y unas 50 empresas unicornio (aquellas que valen más de 1.000 millones de dólares) se crearon a raíz de la recesión de 2008.
Comparto los siguientes puntos que considero importantes y que te ayudarán a avanzar en el recorrido durante el primer mes y así dejar sembradas las bases de lo que pueden llevarte a consolidar ese proyecto que hoy estás comenzando:
Plan de negocio
Sin importar el tipo de proyecto o las expectativas que tengas, primero diseña un plan de negocio que describa la forma como se va a trabajar, los recursos que se van a requerir y las etapas necesarias para terminar con resultado concreto, que puede ser desde un producto, un servicio, una idea. Algo por lo que de manera decidida, una persona o una compañía esté dispuesto a pagar por tenerlo consigo.
Definir los procesos
Aprende a reconocer cuál es la mejor manera de hacer tu trabajo y qué acciones y herramientas te dan los mejores resultados, esto te permitirá replicar la fórmula con nuevos clientes y esa será tu receta ganadora. Divide las actividades críticas, crea pasos ordenados y planes de seguimiento para cumplir tus metas.
Propósito del emprendimiento
Una vez que se hayan establecido las características, la propuesta de valor, el costo de producción, los materiales y el equipo que se requiere para producirlo, es momento de definir el objetivo del negocio. Una buena recomendación puede ser, trata de escribirlo y si gastas algo más de tres líneas, dudas de las palabras que están usando y debes borrar o corregir alguna idea, es muy posible que aún no estés preparado para este paso.
Se el primer vendedor
No tengas miedo de acercarte a otras personas y presentarles tu emprendimiento. La confianza y tener facilidad de palabra puede hacer que promuevas tu negocio y lo lleves a otro nivel.
Aprende de los errores de los demás
No esperes a que los errores que ves a tu alrededor te sucedan a ti, escucha a las personas que ya han pasado por situaciones parecidas a las tuyas y aprende de los errores de los demás para que puedas prevenirlos.
Construye reputación
Lo que piensan de ti y de tu empresa los clientes, el equipo de trabajo, socios, proveedores, aliados, incluso hasta la misma competencia es muy importante porque así creas valor a tus productos y lo que haces. Eres la cabeza de tu emprendimiento y serás el ejemplo para todo. Ante las dificultades no explotes ni te derrumbes, revisa lo sucedido y toma fuerza para seguir adelante.
Da pasos pequeños
Ten en cuenta que es tu primer mes, no es necesario estar corriendo sin control porque a veces querer comerte al mundo entero, no resultará ser la mejor opción, en ocasiones es mejor actuar poco a poco.
Es posible que estos primeros días sean algo estresantes y confusos. Estarán cargados de emociones y será difícil que te desconectes; también es probable que estés más nervioso de lo normal. Alimentante bien, ejercita el cuerpo y la mente en otras actividades que llevan oxígeno al cerebro. Esto te ayudará a tomar mejores decisiones. Recuerda que la pasión por lo que hacemos es la herramienta fundamental para mantener las estrategias de un negocio en movimiento.