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Ya en otro momento se había planteado que la actual crisis del petróleo podría llevar a un aumento de precios de gasolina
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Esto, porque muchos productores y refinadores de crudo en el mundo detuvieron sus operaciones
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Lo anterior, combinado con una súbita demanda de combustible, podría haber incrementado el costo a usuarios
Realmente pocos agentes no reconocieron las terribles semanas que ha tenido el petróleo. Antes de la contingencia sanitaria, un conflicto entre los más grandes países productores del mundo desató una guerra de precios que destrozó el valor de los barriles. Pero la pandemia fue realmente la gota que colmó el vaso, pues la demanda de transporte (y por tanto, de su combustible) se desplomó a una escala global. Su costo cayó a unos niveles casi imposibles.
Pero parece que por fin acabó el drama del petróleo. De acuerdo con Reuters, el “oro negro” está lentamente recuperando su precio pre-crisis sanitaria. Esto, a medida que la demanda parece estarse reactivando en muchos países del mundo. El crudo de Estados Unidos (EEUU) se disparó en un siete por ciento, para alcanzar su nivel más alto desde marzo. Y en China, las refinerías están reportando niveles de actividad muy superiores a los de una semana atrás.
Aunque los expertos de la industria de petróleo ven con buenos ojos este desempeño, aún no están del todo seguros que la crisis haya quedado atrás. Varios agentes temen que el barril se pueda volver a desplomar si la pandemia tiene una segunda ola en el corto plazo. Si bien la Agencia Internacional de Energía (IEA) aún espera demanda y oferta de crudo muy por debajo de los niveles de 2019, su estimado para el segundo semestre es mejor que hace un mes.
¿El final de la gasolina barata?
Como ya se dijo, los últimos meses fueron particularmente cardiacos para el sector petróleo. Las bajas perspectivas de crudo para 2020 pudieron verse claramente en México, en cómo Pemex perdió su presupuesto del año en meses y la pérdida de sus grados de inversión. En una escala global, las naciones más fuertes en la producción de combustible son las que se veían menos preparadas para lidiar con la pandemia. Lo mismo aplicó para varias marcas.
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De nuevo, es importante recalcar que esta leve mejoría aún no significa que el mercado del petróleo a escala global esté a salvo. Su rendimiento a corto plazo va a depender mucho en qué tan capaces sean los países de reactivar sus respectivas economías. Pero por ahora, es evidente que ya no está en un riesgo inminente y está presentando una positiva mejoría. Por desgracia para el consumidor, esto podría no ser realmente una buena noticia para su bolsillo.
Y es que una de las grandes consecuencias de la caída del petróleo fue también un desplome en el precio de la gasolina a escala global. Ahora que la demanda de transporte y combustible se vuelva a disparar, es muy posible que también este insumo vuelva a crecer. Y, considerando que muchas energéticas llevan tiempo sin percibir buenos ingresos, su costo podría ser hasta más alto que antes de la pandemia. Aún no hay nada seguro, pero hay se debe de estar alerta.
El sube-y-baja del petróleo
Sería un error suponer que la inestabilidad del crudo responde solo a las luchas recientes entre los países productores o a la actual pandemia. Por largo tiempo se le ha considerado un sector volátil, que así como puede ser una gran inversión, podría ser una pérdida de dinero. También es una industria que está, por desgracia, muy relacionada con conflictos bélicos, lo cual ayuda a su inestabilidad. A eso se deben sumar nuevas normativas globales con efectos radicales.
Y con toda esta crisis sanitaria, las perspectivas para el futuro son todavía menos claras. En términos generales todo el mercado de productos básicos, según el Banco Mundial se está desplomando a raíz de la pandemia. Agentes como The Conversation advierten que el petróleo podría no recuperarse, aún si se puede superar esta crisis sanitaria con cierto éxito. Y el Foro Económico Mundial (WEF) cree que muchas de las expectativas más oscuras son optimistas.