La más conocida criptodivisa, creada en 2009 por Satoshi Nakamoto y otras personas cuya identidad aun es un misterio, con la intención de establecer una moneda virtual para pagos rápidos y baratos a través de internet sin usar los canales de la banca tradicional viene ganando popularidad y valor, además de cajeros automáticos.
Esta moneda, que en enero de 2015 tenía un valor de 216.91 dólares alcanzó a finales de 2016 la friolera de 697.37 dólares, lo que muestra su apreciación en el mercado a pesar de la desconfianza que despierta para muchos al no estar sujeta a la regulación de ningún banco central o las ventajas que ofrece a cualquiera, incluidos los criminales, de ser utilizada sin posibilidad de detección.
Sus defensores, por su parte, señalan que gracias a su existencia, es posible realizar operaciones de forma más transparente, además de ser rastreables que, según alegan, a través de bancos tradicionales, y aunque es difícil dirimir la polémica sobre esta criptodivisa, lo que si parece claro es que con el tiempo se estaría estabilizando y prueba de ello son los cada vez más cajeros automáticos de bitcoin en el mundo.
De hecho, España ocupa la cuarta posición con 27 de los que existen en la actualidad, aunque muy lejos del primer lugar que mantiene Estados Unidos con 554 dispositivos, según los datos aportados por Coin ATM Radar.