Hoy, Televisa está herida. Muchas cosas están pasando dentro de la gran casa productora. Situaciones simples, lógicas y complejas. El cliente y la audiencia crecieron; cambió y ahora busca nuevos contenidos en nuevas plataformas. Me da la impresión que Televisa está cambiando para así no cambiar. Retocó su imagen y cambió los logotipos de sus canales de comunicación. Su canal más visto dejó de ser “El canal de las estrellas” para ser llamado, sólo así, “Estrellas”. Despidió de su ventana de transmisiones a los conductores más legendarios y renovó su talento que lee las noticias. Reubicó los horarios y tramas de contenidos en horarios estelares. Rediseñó alienaciones de comunicadores y actores ¿Y esto tendrá éxito para lograr evolucionar y captar los ojos de la audiencia millennial que tanto están buscando? No por lo pronto, les auguro un futuro de lucha, de tropiezos y muchos ensayos y experimentación porque no llegarán a la primera para atrapar a la audiencia tan deseada.

¿Que hizo bien Televisa en su evolución de identidad de imagen?

Decidir cambiar ante la pérdida tan grande de audiencia cautiva que normalmente tenía.

Entender que el consumo de contenidos está diluido y que ya no sólo de concentra en un solo canal o canales.

Capturar las nuevas necesidades de difusión y propaganda de las marcas y anunciantes.

¿Qué no está haciendo bien con este cambio?

Tiene una clara incertidumbre y desconocimiento de quién los ve, a qué hora los ve y por qué los ve.
Rompió su rigor en su producción de contenidos: Nights Shows en la programación nocturna estelar que no entrarán en el ADN natural de la gran mayoría de los mexicanos. Noticiarios que no parecen noticiarios por que ni cabezas noticiosas contienen, menos un índice de contenidos, como el de Denisse Maerker.

Cambiar demasiado tarde. Hacerse el medio crítico y no alineado a los intereses del gobierno cuando siempre han sido un socio del poder. Esto genera una crisis de credibilidad y de identidad.

Televisa no ha entendido que la televisión abierta es aún poderosa y se auto-devalúa. Deslumbrada por la sobre valorada vida digital. Se está dejando morir así misma por una baja autoestima.

Es una tristeza ver a medios como Televisa que antes eran muy poderosos, como aturdidos, sin un rumbo fijo y como actores desconcertados. Por el bien de todos los que nos comunicamos y hacemos uso de los medios es importante tener medios poderosos, con rigor y postura para que la comunicación fluya con fuerza y no consumamos contenidos de medios desaliñados y desdibujados.