Una de las noticias que generó polémica e incertidumbre durante la mañana del jueves, fue el anuncio de la imposición de aranceles al acero y aluminio procedente de México, Canadá y la Unión Europea por parte de Estados Unidos. Dicha carga desde ahora es de 25 por ciento para el acero y de 10 por ciento para el aluminio.

Las reacciones de los mercados involucrados no se hicieron esperar. Desde México, la Secretaría de Economía anunció impuestos para productos como aceros planos (lamina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos, entre otros.

Por su parte, Canadá impondrá tarifas de 25 por ciento al acero y aluminio procedente de Estados Unidos, así como a 130 productos estadounidenses entre ellos acero, hierro, ductos de acero inoxidable y derivados (con un gravamen del 25 por ciento) así como aluminio, yogurt, café, azúcar, chocolate y whisky (10 por ciento).

Lo que ya se denomina como una guerra comercial, tendrá impactos en los mercados y uno de los más afectados será el consumidor final, jugador que deberá absorber en cada compra estos nuevos impuestos.

De tal manera, compartimos cinco datos a considerar para entender con mayor precisión los verdaderos impactos que tendrá para el consumidor la disputa de impuestos que justo ahora libran México, Canadá y la Unión Europea con Estados Unidos:

Gasolina a la alza

Durante las primeras horas luego dela anunció, se generó un efecto de apreciación del dólar, mismo que podría mantenerse e incluso ser mayor de cara a otros factores macro como la renegociación del TLCAN así como las próximas elecciones.

Este efecto, entre otras cosas, afectaría el precio de la gasolina si consideramos el tipo cambiario y la estadística que indica que México importa de Estados Unidos más del 60 por ciento de su consumo de gasolina .

Las latas suben

Desde la cerveza y refrescos hasta alimentos enlatados, dulces y algunos productos farmacéuticos tendrán que incrementar sus costos debido a que muchos de los mismos utilizan envases de aluminio.

En este sentido, los más afectados podrían ser los consumidores estadounidenses sobre todo aquellos ubicados en Texas, California, Illinois, Michigan, Louisiana, Pensilvania, Ohio y Nueva York, estados que son responsables del 60 por ciento del aluminio y acero que Estados Unidos importa desde Canadá y México.

No obstante, para entidades mexicanas que tiene como pilar de su economía las industrias del acero y aluminio, el impuesto podría ser benéfico. México podría lograr una fuerte ventaja competitiva en el mercado internacional, ya que sus productos se verán más baratos y atractivos para los empresas extranjeras.

Carne de cerdo más cara

La carne de cerdo se ha ubicado como una opción que crece en participación dentro de la canasta alimentaria del mexicano. Actualmente el consumo per cápita anual es de 16.3 kilogramos y se espera que la cifra se incremente en años siguientes.

No obstante, su precio podría crecer de manera importante si consideramos que el 80 por ciento de la carne de cerdo para proveer al mercado mexicano proviene de Estados Unidos, según la Secretaría de Economía.

Compra venta de autos

Una de las categorías más afectadas será la automotriz. Por un lado se espera un aumento en los costos de producción así como una caída en las ventas de hasta 150 mil vehículos al año. El pronóstico pone en la mira a miles de familias mexicanas cuyos ingresos dependen de este sector económico; el recorte de empleos puede ser un camino para contrarrestar el aumento de los costos operativos.

A esto se suma un incremento en el precio final de cada vehículo. El Center for Automotive Research indicaba en abril que gracias a esta carga impositiva -que en aquel momento era sólo un supuesto- los consumidores entre 470 dólares y 2,200 dólares más por el costo final de los autos.

Alerta para migrantes y remesas

México decidió gravar mercancías como aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros productos.

Si bien o se puede medir con exactitud, es cierto que muchas de estas industrias son fuente de empleo para migrantes mexicanos responsables de enviar remesas; el asunto es especialmente relevante en la industria agrícola y quesera. Con productos más caros, las ganancia podrían ir a la baja y el recorte de empleos sería una opción para manteles a flote.