Internacional.- Cuando hablamos de la venta de naming rights de inmuebles deportivos, es evidente que cualquier marca busca poder poner su nombre en un estadio de primer nivel como el Cowboys Stadium (AT&T) o el Arsenal Stadium (Emirates) que vean actividad (al menos) cada 15 días; sin embargo, en el mundo existen más marcas que venues deportivos que cumplan con dicha característica, razón por la que cada vez son más las marcas que se ‘conforman’ con bautizar inmuebles secundarios.
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Particularmente en el caso de los Estados Unidos, nación donde los naming rights cuentan con una gran adopción, es sumamente complicado encontrar dentro del deporte profesional inmuebles que no cuenten ya con el nombre de algún sponsor (dentro de la MLS sólo existen 3), razón por la que poco a poco las marcas comienzan a patrocinar otro tipo de venues.
El caso más reciente es el del Chicago Fire, quien alcanzó un acuerdo con la institución bancaria PrivateBank para que ésta dé su nombre al complejo deportivo donde entrena el equipo, el cual pasará a llamarse de ahora en adelante PrivateBank Fire Pitch.
Cabe destacar que ésta no es una práctica exclusiva del deporte estadounidense, sino que se encuentra ampliamente difundida, siendo Inglaterra uno de los casos más claros, donde tanto SuisseGas como AON optaron por otorgar su nombre a inmuebles secundarios de los equipos de Manchester (Manchester City y Manchester United respectivamente).
Es indudable que existen dentro del deporte una gran cantidad de propiedades susceptibles de ser explotadas comercialmente y lo único que verdaderamente hace falta es tener los ojos bien abiertos para reconocerlas.