La Universidad de Michigan está respondiendo a las demandas de sus estudiantes, que pidieron que su plan de estudios sobre negocios incluya algo de consciencia social, y por ello se sumó un curso obligatorio de tres años sobre diversidad en sus licenciaturas en negocios. 

Las clases, que incluyen “Identidad 101”, son un requisito para graduarse y tienen el propósito de elevar el mensaje de que entender la diversidad es un mandamiento en el mundo de los negocios, según reportó la agencia Bloomberg.

La iniciativa comenzó con un esfuerzo de la asociación de estudiantes afroamericanos Black Student Union para mejorar el clima racial dentro del campus, y ha sido apoyada por la comunidad estudiantil.

Los millennials, mujeres y hombres en la veintena y principios de la treintena, que han crecido con la crisis financiera global, tienen una aproximación a a su carrera en negocios más expansiva que aquellos que los precedieron, en parte porque son parte de una de las generaciones más diversas de la historia en cuanto a género, etnia, raza e incluso idioma, en medio de un mundo globalizado e hiperconectado que deja poco espacio para los prejuicios.

Esto no quiere decir que los estereotipos y prejuicios hacia la diferencia no sigan causando problemas. Hoy más que nunca Estados Unidos enfrenta retos causados por un racismo y un clasismo omnipresente. Y por ello, iniciativas como la de la Universidad de Michigan son una buena noticia.

Javonne Barret, una estudiante de la UM que tomó el taller “Entrar a, y conectar con comunidades a través de la diferencia” dijo a la agencia que este curso le ayudó a darse cuenta de que los negocios tienen un impacto en la identidad de la gente. “Tienes que ser capaz de entender a los otros para ser un buen líder de negocios”.

Otro curso que se incluye en el programa es “CQ”, una clase sobre inteligencia cultural, que se centra en desarrollar las habilidades y capacidades necesarias para tener éxito en el ámbito internacional y en situaciones multiculturales.

Para tener un poco de perspectiva del universo diverso en el que viven los millennials estadounidenses sólo hace falta conocer, por ejemplo, la variedad de idiomas que se hablan en los hogares de aquel país. De acuerdo con Statista, en 38.3 millones de hogares estadounidenses se habla español; en 2.9 millones de hogares se habla chino; en 1.4 millones de hogares se habla vietnamita; en 1.3 millones se habla francés; en 1.13 se habla coreano; en 1.06 se habla alemán; y en 1.01 millones de hogares se habla árabe.