Desde hace algunos años la industria discográfica está reeditando discos en vinilo porque volvieron a generar ventas, y aunque ya se sabía que los jóvenes entre 20 y 35 años, se desconocía el impacto y las ventas que generaba dicha “afición” de los millennials.
De acuerdo con Bloomberg, los vinilos ya no son un “producto de culto”, ya que su ritmo de ventas para este 2017 será de mil millones de dólares, y es que más del 50 por ciento de los clientes son millennials, es decir, menores a 35 años.
Analistas creen que si bien los millennials no crecieron escuchando viniles, la influencia proviene de sus padres o abuelos, quienes sí compraban esos formatos de música, aunado a que los vinilos ahora son “experiencias de música”, más que solo escuchar música.
Para las marcas discográficas, el streaming es un excelente incentivador de compra de viniles porque las compañías también anuncian la venta de discos desde los mismos perfiles de artistas en Spotify.
El año pasado, un análisis de ICM refirió que la mitad de los compradores de viniles admitieron que su impulso provenía de escuchar música en streaming y que sentían la necesidad de “consumir música desde otra expectativa”, es decir, la mayoría los compra para almacenarlos, ya que el 48 por ciento de los compradores no los ha reproducido aún.
Es por ello, que desde 2016, discográficas como Sony o Universal reactivaron sus divisiones de fabricación de viniles, además de que la mayoría de las celebridades y músicos fabrican una edición limitada de su discografía solo para formatos viniles.