Buenos Aires, Argentina.- Si bien en otros países ya existe el sistema, en Argentina había que tener 18 años para acceder al sistema financiero. Eso cambia a partir de una nueva normativa del Banco Central.
En la Argentina, la informalidad en las transacciones o mercado “negro” alcanza al 35 por ciento (datos del Banco Central), por lo que el Gobierno está buscando por todos los medios normalizar esa situación.
Una de las medidas lanzadas tiene que ver con una apuesta a futuro: bancarizar a la población desde su más tierna infancia. Es por esto que presentó este jueves un programa de estimulación financiera cuya medida más notable es la de autorizar a los menores de edad a tener cajas de ahorro y tarjetas de débito a su nombre en los bancos.
El objetivo es “facilitar sus operaciones económicas cotidianas, estimular la educación financiera de los jóvenes y fomentar la bancarización a través del uso de los medios electrónicos de pago”, dio a conocer el Banco Central de la República Argentina en un comunicado.
Con estas nuevas cajas de ahorro el menor (no importa la edad) podrá tener una tarjeta de débito a su nombre y estar autorizado para extraer efectivo de cajeros automáticos, comprar en comercios y hacer transferencias o pagos a través de cualquier medio electrónico (homebanking, cajeros automáticos ATM, aplicaciones para smartphones), publicó La Nación.
El titular de la cuenta será el padre, la madre o el tutor responsable del menor, quien podrá decidir un límite diario máximo de débitos, en una o más transacciones. La cuenta será gratuita.
Según se informó, cuando el menor cumpla 18 años, la caja de ahorro podrá convertirse en una caja de ahorros convencional cuyo titular podrá ser el menor, alguno de sus padres, o ambos a la vez.
Informalidad alta
El mercado paralelo al oficial en la Argentina es elevado. Estimaciones privadas hablan de un 35 por ciento de transacciones que se realizan por fuera del legal, lo que se suma al empleo “en negro”, que representa casi tanto como el formal. Todo esto genera un desfinanciamiento del Estado, toda vez que esos intercambios no tributan impuestos.
Comenzar por los más jóvenes parece ser una buena idea a la hora de pensar en el futuro. Esto va en la misma línea que la “ley de blanqueo” recientemente aprobada que busca que los argentinos que tienen dinero “guardado” y sin declarar, puedan ingresarlo al mercado formal sin que se objete su “pasado” fuera de norma.
