El día de hoy quiero platicarles un poco más del tema del maridaje, como bien se puede inferir, la palabra maridaje quiere decir matrimonio y en el caso de los alimentos y el vino podríamos hablar precisamente de este acompañamiento que se hace entre la comida y el vino. El maridaje lo podemos dividir en dos principales grupos:
Maridaje de acompañamiento: este tipo de maridaje es cuando la comida y el vino se acompañan de la mejor forma posible, en otras palabras, existe un perfecto balance entre el alimento y el vino. Los alimentos se realzan y disfrutan más con el vino y esta es una experiencia muy agradable.
Maridaje de contraste: este tipo de maridaje es un poco más complicado y tiene mucho que ver con un contraste en boca de sabores. Para entender este tipo de maridaje con un ejemplo podríamos considerar un pastel de chocolate amargo con un vino tinto o bien un oporto con un queso azul, son sabores muy distintos, pero que al consumirlos juntos se logra una experiencia maravillosa.
Dentro de los maridajes más comunes y con los cuales no tendríamos falla serían los siguientes:
Ensaladas: en este caso les comentaría que depende mucho de los ingredientes de la ensalada, pero asumiendo que fuera una ensalada con cítricos, les recomendaría algún vino blanco joven, con una acidez presente que pueda acompañar muy bien a los cítricos.
Pescados: aunque tradicionalmente el pescado se acompaña de vino blanco, les diría que depende mucho de la cocción y preparación del pescado. Para pescado blanco con preparación sencilla les recomendaría un vino blanco joven, pero si la preparación es con alguna salsa condimentada ahí podríamos tomar un vino blanco con barrica o bien un vino rosado.
Mariscos: en este caso normalmente les recomendaría vinos blancos que tengas un pequeño paso por barrica, para que puedan acompañar mejor los mariscos que muchas veces tienen preparaciones complejas. Igualmente, no debemos dejar fuera un vino tinto joven dentro de estas opciones de acompañamiento de Mariscos.
Pollo/Pato: para las carnes blancas yo les recomendaría en general un vino rosado o bien un tinto joven o con un paso por barrica corto, de esta forma se va a mantener un buen balance entre los alimentos y el vino.
Carnes Rojas: para la carne roja les recomendaría vino tinto y en este caso dependiendo del tipo de carne roja y su contenido de grasa iría buscando vinos más potentes y complejos, de forma tal que esa grasa que la carne nos deja en boca, se pueda nivelar con una buena acidez y astringencia del vino tinto con cuerpo.
Quesos: con los quesos podríamos aplicar una regla sencilla, entre más suave es el queso, más suave el vino que lo acompañe, por ejemplo, un vino panela u Oaxaca lo podríamos acompañar de un vino blanco joven bien balanceado, pero si nos vamos a quesos con grasa como pudiera ser un manchego, en ese caso un vino tinto va a ser mejor acompañamiento.
Postres: en el caso del postre podríamos jugar con maridaje de acompañamiento al seleccionar también un vino de postre, como podría ser un cosecha tardía, o bien hacer un maridaje de contraste con un vino tinto y acompañar un buen chocolate.
Finalmente, la experiencia de maridaje depende del paladar y las preferencias de cada persona, por lo que la experiencia será diferente para cada persona.
Disfruten de la experiencia de maridar todos sus alimentos
Salud!!