La tecnológica de Cupertino se está enfrentando a una fuerte presión por parte del gobierno de Donald Trump.
El presidente estadounidense propuso aranceles sobre productos chinos por valor de 200 mil millones de dólares.
Apple se encuentra preparando el lanzamiento de los iPhone XS y XS Max (presuntos nombres de los dispositivos)
Si hay una marca con un gran brand awareness en el mercado de smartphones esa debe ser iPhone, los dispositivos fabricados por Apple suelen ser de los más vendidos a nivel mundial y un objeto aspiracional para muchos.
Pero, la tecnológica de Cupertino se está enfrentando a una fuerte presión por parte del gobierno de Donald Trump que, de ceder, podría derivar en el incremento en el precio de sus smartphone.
El sábado Trump twitteó que Apple debería fabricar sus productos dentro de los Estados Unidos, para que de esa forma evite los aranceles que propone sobre los productos chinos.
Recordemos que en la guerra comercial que el presidente estadounidense emprendió contra China, propuso aranceles sobre productos chinos por valor de 200 mil millones de dólares.
El tweet de Trump se dio a conocer luego de una carta enviada por Apple a la Oficina del Representante Comercial estadounidense, y como una llamada de atención a la tecnológica para que invierta y lleve su producción a territorio de la ‘Unión Americana’.
Sin embargo, si esto llegara a suceder, las implicaciones económicas y de negoció serían muy serias. Además de que lo ocurrido este lunes -las acciones de los proveedores chinos de Appel se desplomaron en Asia- se profundizaría, el impacto se reflejaría en el costo de los productos y, naturalmente en el consumidor.
De acuerdo con un reporte de Bank of America Merrill Lynch, al ceder a la presión de Trump, Apple podría pedirle a sus proveedores que lleven parte de sus operaciones a Estados Unidos, para poder así ensamblar el iPhone en ‘territorio nacional’.
Si bien, es probable que una etiqueta de ese tipo motivaría empatía por parte del consumidor, en ese país, lo cierto es que los analistas advierten que esto se traduciría en el incremento de alrededor del 20 por ciento en los precios “para compensar los costos laborales incrementales”, sí, la mano de obra en EEUU es mucho más costosa que otros países, sin considerar otros costos de oeración.
Sabemos que actualmente Apple se encuentra preparando el lanzamiento de los iPhone XS y XS Max (presuntos nombres de los dispositivos) que, si bien en esta edición no presentarán novedades en cuanto a diseño o tecnológicas, sí supone una actualización del iPhone 8 y el X.
Entonces, un incremento del precio -tal vez no en los primeros lotes- pero sí en un futuro, imantaría en el volumen de ventas. Es decir, si un iPhone X tenía un precio base de 999 dólares, si se efectuara un cambio como el que propone Trump implicaría elevarlo a cerca de 1,200 dólares.