Se llevó a cabo el medio tiempo en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, como parte del Super Bowl LIII, mismo que estuvo a cargo de Maroon 5, además de los raperos Travis Scott y Big Boi, dentro del mismo hubo participación de drones, un vehículo así como de Bob Esponja.
Todo esta inversión de tiempo, recursos, tecnología y demás tiene una razón de ser y es que el show del medio tiempo en ocasiones ha sido más importante en cuanto a la visualización que el partido en sí mismo.
Datos de Statista indican que en la edición pasada del Super Bowl, 103 millones de televidentes vieron el partido que coronó a las Águilas de Filadelfia, en tanto, el show de Lady Gaga fue presenciado por 106 millones.
No solo eso, la tendencia se ha vuelto una constante, durante la edición 2015 en la que Nueva Inglaterra se impuso a los Halcones Marinos de Seattle, la participación de Katy Perry junto con sus famosos tiburones, lograron una audiencia de 120 millones de espectadores, cifra por encima del promedio en el partido.
A su vez, el incremento en el consumo digital de la música de Justin Timberlake luego de su actuación en el Super Bowl del año pasado fue simplemente impresionante, según Variety, el cover a Prince “I Would Die 4 You” registró un aumento del 916 por ciento.
En tanto, “Until the End of The Times” creció 671 por ciento en Spotify; por su parte, Bruno Mars registró un alza en sus seguidores en redes sociales de 120 mil seguidores; además de que Coldplay sumó 360 mil descargas mientras sonaba en el show del medio tiempo.
Sería en 1993 cuando la importancia de este espacio dio un giro rotundo de 180 grados, todo a causa de la participación de Michael Jackson quien modificó el tiempo, espacio así como montaje; gracias a esto, los artistas pelean por ser parte del evento y la respuesta del consumidor así lo demuestra.