No medirte en la publicidad
Aunque tu tirada sea usar las redes sociales para eso, tienes que medir justamente cuando es buen momento de hablar de promociones y productos, y cuando no. Trata de no hacerlo demasiado, ni de llenar tu muro con fotografías dedicadas a tu propia publicidad (o a la externa, según sea el caso) porque es visualmente cansado y poco enriquecedor para el cliente.
No planear
Necesitas tener horarios definidos y estrategias bien delimitadas. Además tienes que marcarte metas: ¿cuántos seguidores nuevos en Twitter quieres tener para finales de enero y cómo piensas conseguirlos? si no te planteas este tipo de preguntas lo más seguro es que no consigas avances en materia de redes sociales.
No pensar más allá de los números
El número de likes y el número de seguidores no lo son todo. No se trata de cuántos de estos tengas, sino de cuánto se enganchen. El verdadero éxito se ve en el tráfico, en lo viral de los contenidos, en el número de veces que se comparten o se marcan como favoritos. No tiene caso tener 100,000 seguidores si de esos, menos de 1,000 le hacen caso a tus publicaciones.
No postear contenido desagradable / triste / equivocado
Cuida las fechas, cuida que el contenido no sea deprimente. Cuida tus redacción para siempre sonar satisfecho y exitoso, y asegúrate de no acompañar nada con visuales que maten la moral. También evita contenidos sensibles, racistas, con estereotipos. Si no estás seguro del timing de un chiste negro, lo mejor es que lo evites. Si tienes un mal día, no contagies a tus clientes con posts que les transmitan tu estado de ánimo, trata de equilibrar.