Quito, Ecuador.- Tercera jornada del encuentro tecnológico de la temporada y los asistentes siguen tan entusiasmados como el primer día, aunque algunos de los campuseros ya se dan licencia para despertar más tarde. Siguen las charlas, los encuentros, el movimiento alrededor de la tecnología y para un neófito, no deja de ser impresionante el surgimiento de algunos genios de la robótica. Son cientos, entrevistamos a un par.
Andrés Novoa (20) y Johnny Villacis (26) estudian Ingeniería Electrónica en la Universidad Politécnica Salesiana de Quito. Ambos son amantes de la tecnología y por ello no podían estar ausentes de este gran evento. Pero no bastaba con asistir, querían participar con su propia creación: un robot que sube escaleras.
“Lo hicimos en un día”, comenta Andrés, mientras muestra el aparato como si fuera una pequeña mascota.
“También lo programamos en un día” señala Johnny, quien además, ante mi sorpresa, indica que todos los elementos son reciclados y que de hecho incluye hasta partes de un desodorante en desuso.
Mientras me alejo de los chicos, descubro cámaras y celulares apuntando a otro robot. Esta vez, el aparato emula una nave y sí, vuela.
Antes de mediodía, los escenarios están ocupados, los asistentes comienzan a llenar los espacios y todo es movimiento. Innovación, tecnología al servicio la sociedad, juegos para los fanáticos, cultura digital y varios etcéteras hacen del pensamiento un solo gran poder.
Sin duda que esta es una gran oportunidad para los miles de jóvenes que han venido al encuentro, no sólo por lo que pueden aprender de los especialistas, sino también por la instancia de compartir con sus pares, de generar ideas y proyectos, humanizando la tecnología para hacer del mundo un lugar más conectado y con más oportunidades para quien las quiera tomar.