Me llamĆ³ la atenciĆ³n revisar el mĆ”s reciente estudio firmado por el Latin American Communication Monitor 2018-2019 y comprobar que la percepciĆ³n del comunicador por parte de la empresa y los gobiernos no ha variado mucho (en algunos aspectos), con respecto a los aƱos noventa a la fecha. El cuestionario base de donde se desprenden las interesantes respuestas fue aplicado de manera completa a mil 229 profesionales del sector comunicacional.
Para mi sorpresa, y ahora que lo comparto pĆŗblicamente para la de muchos, el comunicador organizacional sigue sin participar en las grandes decisiones corporativas y continĆŗa ganando menos que un abogado o un consultor. El reporte indica que 35.9 % de la muestra gana menos de cinco mil pesos al mes.
Es decir, perfil, actividades y remuneraciĆ³n, indicadores que nos podrĆan indicar una evoluciĆ³n, siguen estancados. Revisemos estos issues:
ĀæMis tareas son interesantes y variadas?, Āæmi trabajo es seguro y estable?, Āæel salario es adecuado?, Āæla conciliaciĆ³n entre mi vida laboral y personal es adecuada?, Āætengo grandes oportunidades de progresar en mi carrera? Todas estas preguntas al ser contestadas en una escala del 1 al 5, se ubican en un 3, es decir, a media tabla aproximadamente.
En cuanto a la satisfacciĆ³n laboral y predisposiciĆ³n al cambio, un 32.6% desea cambiar a su empleador, pero continuar en el sector y un representativo 6.1% desea cambiarse del sector de la comunicaciĆ³n y a su empleador.
Un 80% estĆ” satisfecho con su trabajo y un 20% no lo estĆ”, y este dato es muy revelador pues dentro de un equipo de alto desempeƱo, de alto impacto, la satisfacciĆ³n que te catapulta para tener un compromiso alto si no se tiene, te merma y desanima al equipo. El poder del compromiso laboral estĆ” influenciado por los lĆderes que deben trasmitir a sus dirigidos confianza en el rumbo y certeza laboral.
El anĆ”lisis tambiĆ©n demuestra que aproximadamente 13.4 % de los departamentos estĆ”n catalogados de excelentes y 53.8% no entran en esta categorĆa, lo cual indica que es necesario desde la direcciĆ³n seguir fortaleciendo estas estructuras, proporcionĆ”ndoles recursos y tareas mĆ”s significativas que les permita gravitar mejor dentro de la organizaciĆ³n. Hasta aquĆ los comentarios sobre este estudio agradeciĆ©ndole a su director, Dr. Juan Carlos Molleda, el habernos compartido sus hallazgos.
El estatus de la percepciĆ³n que del sector de la comunicaciĆ³n tienen los propios miembros del mismo, me lleva a reflexionar sobre la importancia de crear equipos fuertes, que sepan trabajar bajo presiĆ³n y sobre todo que tengan un alto compromiso con la causa a la que se deben. No debemos soslayar y quitar de nuestro radar que muchas empresas aĆŗn no logran convencerse de la utilidad de las oficinas de comunicaciĆ³n y como estas coadyuvan al fortalecimiento de toda la estructura institucional, trĆ”tese de una pĆŗblica o privada.
Se deben cuidar, a nuestro juicio, tres aspectos fundamentales para no perder a un equipo de alto desempeƱo:
1. Mantener un liderazgo claro y firme.
2. Reglas del juego establecidas y comunicadas, asĆ como equipos bien remunerados.
3. Apoyo para tomar riesgos y participaciĆ³n activa en los grandes temas de la instituciĆ³n.
Esta triada de elementos se explica por sĆ sola, sin embargo, abordaremos un poco el primero: el liderazgo. Los lĆderes eficaces son cordiales, sociables, expresivos, democrĆ”ticos y con buena reputaciĆ³n, aspectos que afectan positivamente el trabajo de equipo. El lĆder marca el camino y marcha al frente de la ruta, si no se tiene un fuerte liderazgo la instituciĆ³n irĆ” en picada.
Apoyemos la premisa de que la comunicaciĆ³n es un proceso de liderazgo transversal para toda organizaciĆ³n y debe considerĆ”rsele como la oficina estratĆ©gica de la misma, no mĆ”s no menos.
Nos encontraremos mƔs adelante.