Comprobado. La vestimenta que selecciones día a día puede aumentar tu productividad, pero ello pasa de manera tan natural que casi no lo percibes. Por esa misma razón, deberías identificar si tu código de vestimenta es el adecuado o en su caso, si este va en perjuicio de tu productividad.
Lo que proyectamos a diario, es un reflejo de cómo nos perciben los demás, y puede o no ajustarse a lo que realmente somos y lo que hemos querido que los demás crean y piensen de nosotros.
Una vez que los demás se han formado esa imagen, difícilmente contamos con una segunda oportunidad para cambiarla, por lo que la primera impresión que logremos será por lo general la que perdure y será fundamental en la decisión que se tome dentro de cualquier proceso de selección.
Claro, a la cita de entrevista para conseguir ese trabajo fuiste con tu mejor traje, ¿y después?, ¿Qué paso a tu identidad?, ¿acaso vendiste algo que realmente no eres?
Cuidar nuestra imagen a lo largo del tiempo, para que siempre refleje lo que hemos querido mostrar, requiere de una total coherencia en nuestras acciones y comportamientos frente a lo que los demás piensan y esperan de nosotros.
Cuando se pierde esa coherencia, así sea por un solo y desafortunado hecho, la imagen se deteriora o puede llegar a arruinarse por completo, siendo difícil su recuperación.
Además, la imagen no únicamente consiste en cómo lucimos, sino también en nuestra comunicación verbal y no verbal, que complementa lo que proyectamos sobre nuestra identidad en coherencia y congruencia.
¿Sabías que diversas investigaciones muestran que cuando las personas usan una vestimenta formal, alcanzan mayor proyección de autoridad?
Michael W. Kraus, profesora en la Escuela de Administración de Yale, realizó el estudio sobre el comportamiento organizacional, y escribió sus resultados en la revista Journal of Experimental Psychology en 2014 que mostró que la ropa con mayor jerarquía (chaqueta o saco) puede aumentar el dominio y rendimiento en el trabajo de alto riesgo y en tareas competitivas.
Por ello, más allá de que tan formal o informal sea el ambiente de trabajo, la forma en que te presentas tiene un impacto. Mi consejo como consultora de imagen es, que tomes en cuenta el lugar y la situación que enfrentarás, para así poder determinar el código de vestimenta que debes utilizar.