Hace algunos años se temía que los e-books o libros electrónicos serían una amenaza contra el clásico y amado por millones libro impreso, sin embargo, datos recientes podrían indicar lo contrario. Algo que seguramente le agradará a los devoradores de este tipo de publicaciones.
Leer, ese hábito cultivado por millones de personas gracias a las obras escritas por una comunidad de autores casi tan infinita como los tipos de historias, poemas o relatos, da pauta a una industria que, pese a la evolución de los tiempos, sigue presente.
Sólo durante 2015 se vendieron 587 millones de libros, según datos de Nielsen Bookscan y, de acuerdo con el The Business of Books 2017, los principales mercados son Estados Unidos (30 por ciento), China (17 por ciento), Alemania (8 por ciento), Japón (5 por ciento) y Reino Unido (4 por ciento).
Ya es casi una década desde que Amazon sorprendió al mundo al introducir Kindle, una tablet que permite la lectura de e-books, y por el momento en que ocurrió, uno en el que la industria editorial (y prácticamente casi todo el mundo) estaba en crisis, muchos pensaron que sería lapidario para los libros impresos.
Pero esto no fue así, si bien, con el tiempo ha ganado presencia el libro electrónico en el gusto de los lectores, no ha mermado el cariño que profesan a las publicaciones impresas.
Según un reciente reporte de la Association of American Publishers (AAP), las ventas de libros electrónicos están en declive, actualmente sólo representan una fracción de los ingresos de las editoriales. Claro reconocer quema industria no pasa por su mejore momento, apenas reportan un crecimiento del 5 portento entre 2013 y 2016, no muy bueno.
Estos datos dados a conocer en el marco de la Frankfurt Book Fair (Feria Internacional de Libro de Frankfurt) hacen énfasis en que las ventas de e-book en Estados Unidos cayeron alrededor del 17 por ciento en 2016, en contraparte, la industria AAP, señala que los ingresos de libros impresos aumentaron 4.5 por ciento.
Esto sería coincidente con lo que se reportó en la Feria de Frankfurt, donde también se compartió el The Business of Books 2017, que destaca la participación de sitios electrónicos como Amazon, Apple, Facebook y Google como principales canales de comercialización de los libros.
Sin embargo, aunque se incrementa la publicación de e-books y hay más opciones para su lectura, donde las tablets se han convertido en su mejor aliado, los hábitos de consumo demuestran que el apreció por el libro impreso sigue siendo superior, quebrantando aquel pronóstico que auguraba que el libro electrónico superaría a los impresos en 2018.
Esto último luce lejano, al menos así lo prevén los analistas, proyecciones del Nielsen señalan que este 2017, las ventas de libros electrónicos seguirán disminuyendo, salvo que se produzca el desarrollo de algún tipo de tecnología disruptiva, y eso luce poco prometedor.