En México, la televisión abierta sigue siendo uno de los medios de mayor alcance y una de las opciones más recurridas por las marcas para anunciarse. Un dato que lo constata es que en 2016, el 98 por ciento de las familias afirmó que posee al menos un aparato televisor, con un promedio de dos en cada hogar.
Del total de la población que tiene una televisión, el 81 por ciento que cuenta con la posibilidad de sintonizar contenidos a través de alguna señal de televisión abierta, de acuerdo con la Primera Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales del IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones).
Sin embargo, el crecimiento de plataformas como Netflix, Claro TV y el surgimiento de otras opciones como Blim, dan pauta a la discusión si la televisión abierta comienza a perder atractivo entre las audiencias.
Algo que refuerza esta premisa es que en el último año las personas en el país no incrementaron el consumo de contenidos a través de una señal abierta, así lo refiere el 81.7 por ciento de acuerdo con el Estudio de TV Abierta conducido por el Departamento de Investigación Merca2.0 y que contó con una muestra de 638 personas encuestadas.
Es un hecho que los hábitos de consumo de contenidos audiovisuales están cambiando, si bien, la televisión abierta se mantiene como la de mayor número de espectadores alcanzados, en 2016 se contrajo en 18 por ciento, de acuerdo con la encuesta del IFT.
La razón es el crecimiento del gusto de las audiencias por servicios como Netflix, misma que ha motivado el surgimiento de otras opciones como Blim, y que otras ya existentes como Claro Video y Cinépolis Klic refuercen sus estrategias para atraer más audiencia.