De acuerdo con cifras reportadas por la publicación Forbes, actualmente de 7 a 8 de cada 10 empresas a nivel mundial están promoviendo la flexibilidad laboral e invirtiendo en menos espacio inmobiliario. Luego de vivir casi dos años en un contexto marcado por la pandemia de Covid-19, el 80% de los trabajadores van a poder elegir su lugar de trabajo, pues en los últimos 18 meses el trabajo híbrido ha crecido de forma muy importante como una tendencia mundial que impulsa la flexibilidad de horarios y lugares.
De acuerdo con varias publicaciones la pandemia del Covid-19 llego para quedarse, “¿Cuándo terminará la pandemia de la COVID-19? “, todo apunta a que surgirán más variantes y la medicina seguramente estará desarrollando nuevas vacunas o medicamentos para hacernos inmunes, pero mientras todo esto sigue aconteciendo, la mayoría de las sociedades tendremos que aprender a vivir con el COVID-19, que ya no será una pandemia sino una endemia. Por ello nuestra forma de comunicarnos hoy más que nunca se ha vuelto más híbrida, es decir nos comunicamos de manera presencial o de forma remota, a través de varias plataformas digitales. WA o Telegram para aprovechar la inmediatez de los mensajes, Facebook o Instagram para compartir historias, imágenes o momentos de nuestras experiencias, TikTok con videos cortos entretenidos o informativos y Twitter para estar al día de los acontecimientos o temas que nos interesa conocer.
Sin embargo, el concepto híbrido me lleva a la reflexión de la adaptabilidad y al cambio, en nuestra forma de comunicarnos y colaborar con los demás, en los últimos meses el concepto “Agile” ha tenido cada vez más fuerza, que es promover el trabajo en equipo de manera más rápida y efectiva, en equipos con diferentes áreas o departamentos sin importar el nivel jerárquico. Cada vez más las organizaciones desean ser más “Agiles” y ello implica una comunicación más efectiva en tiempo y forma.
“Agile” es una filosofía más que un resultado. Es una comunicación de alta frecuencia de dos vías de comunicación que requiere de mucha retroalimentación. La Agilidad también implica aplanar las jerarquías empoderando a los empleados en todos los niveles a tomar decisiones, forzando a los líderes a encontrar nuevas formas para influir y administrar.
Los mensajes serán distintos, un lenguaje y terminología distinta que puede confundir o alinear, algunas personas podrán sentirse escépticos y rebasados por estas nuevas formas de trabajo.
De cara a estos cambios dentro de las organizaciones, ¿cómo es que los comunicadores nos preparamos para una transformación “Agile”?
Debemos inspirar a los líderes y mostrarles lo que es el liderazgo en un mundo “Agile”. Crear sesiones de mucha interacción y apertura como: “Pregúntame lo que gustes”, “Qué deseas saber del status de la empresa”, “Qué estrategia de negocio nos hará lograr nuestras metas” etc. a fin de que los colaboradores conozcan mejor la visión y hacia donde va la organización en un formato abierto, a través de sesiones presenciales u Online vía plataformas como Zoom, Teams, Webex o Google Meet.
Debemos utilizar todos los medios internos posibles especialmente aquellos que se les facilita más a los empleados para poder accesar desde micrositios, apps internas de comunicación, intranets, videos o podcasts que inspiren y energicen a la organización.
Las comunicaciones internas deben ser en si mismas muy ágiles, procesos rápidos de implementación con ideas frescas sin tanta burocracia o procesos de aprobación, teniendo siempre en consideración y en la misma línea a otras áreas como recursos humanos o la dirección general.
Actualmente la comunicación con todas las opciones tecnológicas que nos ofrece dentro de las organizaciones en un ambiente “Agile” es fundamental, para el éxito de los proyectos y las metas que las compañías se han propuesto.