En México existen alrededor de 52.9 millones de personas económicamente activas; es decir, que tienen algún tipo de empleo -ya sea formal o informal- de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Los profesionales actuales compiten con millones de personas por un puesto de trabajo y uno de los puntos trascendentales es la entrevista de trabajo, a la que no sólo hay que acudir preparado, sino que “Psicología del color: cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón”, de la psicóloga y socióloga alemana Eva Heller, indica que también con el color de atuendo correcto.

Y es que para la especialista en el tema, los colores resultan determinantes en la proyección de un profesional hacia quien lo entrevista. En este sentido, estos son los colores que sí y que no deberías ponerte en una entrevista de trabajo:

Blanco. Da un look fresco y pulcro y combina con otros tonos, por lo que es ideal para la entrevista, siempre que los otros colores con que se combine sean sobrios.

Azul. Remite a la confianza, el poder y la sabiduría, por lo que es ideal.

Rosado. Es relacionado con una persona amable, así que es una buena opción para las entrevistas de trabajo.

Gris. Después del azul, es uno de los más utilizados al momento de escoger un atuendo para una entrevista de trabajo por su sobriedad.

Amarillo. Si bien demuestra alegría y optimismo en la persona que lo porta, también se relaciona con la incertidumbre, por lo que es recomendable utilizarlo, pero no en exceso.

Rojo. Evoca emociones fuertes y llama mucho la atención, lo que en una entrevista distinguirá al postulante, pero para algunas empresas también muestra a un empleado atrevido, que no siempre cuadra con las necesidades de un puesto.

Verde. Alude al éxito y la tranquilidad, por lo que es conveniente usarlo en dichos eventos laborales.

Naranja.. Un rotundo no para un atuendo completo con este color, sólo se considera para accesorios.

Morado. Resulta poco elegante, por lo que también debe limitarse a algún accesorio.

Negro. Simboliza poder y es elegante, ideal para un look clásico.

Café. Trasmite relajación, estabilidad y credibilidad, pero en tonos oscuros es poco elegante, en tonos claros es más combinable, pero no se recomienda.