El comportamiento de compra de los consumidores se modifica constantemente, esto implica un reto para todo mercadólogo o marca que quiera permanecer y sobresalir en el mercado de forma competitiva.
Los compradores hoy en día tienen hábitos, costumbres, expectativas y deseos muy distintos a los que tenía el comprador tradicional hace apenas algunos años.
Veamos algunos puntos interesantes de referencia sobre características que tienen los compradores actuales:
Descubrir: La gente disfruta enormemente la sensación que produce el descubrimiento de algo nuevo, desconocido, interesante, único. La gente transita por los centros comerciales y supermercados buscando novedades y cosas que no había visto antes. Así mismo, el gran éxito de internet radica en gran parte en ese mundo inagotable de posibles nuevos descubrimientos. La gente tiende a hablar de sus hallazgos con orgullo, el hecho de descubrir algo los hace sentir inteligentes y especiales. ¿Cómo te explicas que haya personas durmiendo afuera de una tienda de Apple previo al lanzamiento de alguno de sus nuevos productos? o ¿cómo te explicas que en un mercado de cosas usadas la gente se aglomere en el estante donde está la ropa más revuelta y amontonada? Sólo para poder salir triunfante y decir ¡Wow descubrí algo increíble! ¡mira lo que encontré!
Sin lugar a dudas, empresas como Airbnb, Pinterest, Costco, son buenos ejemplos que ponen en manifiesto el amor que tienen los clientes por descubrir cosas nuevas.
Pertenecer: Desde hace años muchas marcas se construyen propiciando embajadores de marca que comparten aspectos en común, sienten orgullo de pertenecer y son portavoces de los valores y la filosofía de la empresa a la que siguen. Un claro ejemplo de esto es Harley Davidson. Sin embargo, gracias a la evolución digital del marketing esto se vuelva aún más palpable y una gran oportunidad para las marcas. No importa el negocio, el producto o el giro de tu empresa siempre habrá oportunidad de convertir a tus clientes en fans a través de ofrecerles un espacio en donde puedan encontrar afinidad con otras personas así como el poder compartir experiencias y conocimientos sobre su tema de interés.
Reír: El humor, bien ejecutado, es sin lugar a duda una de las mejores armas que una marca pueda tener para enganchar y enamorar a sus clientes. La gente disfruta muchísimo de momentos en donde pueda reír. En redes sociales cabe mencionar la estrategia que utiliza Netflix en todas sus plataformas sociales para sacarle a sus clientes carcajadas y momentos de buen humor. El humor, contradictoriamente, no es cosa de risa. Dentro de nuestra estrategia para hacer reír a nuestros clientes debe considerarse una buena planeación y de mentes brillantes y creativas que ejecuten con excelencia y respeto hacia el cliente o consumidor.
Presumir: Uno de los cambios que resultan interesantes es que la gente más allá de presumir el logo de su marca favorita o el nuevo producto que adquirió, disfruta de presumir la experiencia que vivió con la marca. Muchas de las conversaciones se centran en experiencias que los clientes vivieron con tal o cual marca y es una forma de comunicarle al mundo quiénes somos, qué nos gusta y el valor que le damos a ciertas cosas. De ahí que muchas marcas comiencen a construir su estrategia basada en experiencias diseñadas exclusivamente para sus seguidores o clientes potenciales. Un buen ejemplo de esto es KLM, línea área de los Países Bajos, que apuesta por generar experiencias innovadoras de forma continua para pasajeros esperando en los aeropuertos así como dentro del avión. Por supuesto que seguirá existiendo la presunción basada en productos que el cliente adquiere pero si a esto le añadimos una experiencia mágica, única, especial e inolvidable el cliente tendrá una mayor conexión con la marca.
Peter Drucker decía “La función del marketing es hacer innecesaria la venta”. Yo digo que conviertas a tus clientes en fans de tu marca cuanto antes, y esto lo podrás lograr cuando tu marca tenga una verdadera razón de ser, un motivo para influir positivamente en la vida de los demás y un deseo por hacer de este mundo un lugar mejor para vivir y convivir.