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Cerca de 1.5 millones de mexicanos consumen en el “mercado negro” los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
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La Suprema Corte ya avaló la inconstitucionalidad de prohibir el uso y la venta de estos artículos en México.
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Antes de iniciar una regulación en el Congreso, el Presidente emitió un decreto para limitar su importación y exportación.
Los cigarros electrónicos y vapeadores oficialmente están prohibidos en México, pero gracias al comercio electrónico pueden adquirirse fácilmente en internet; sin embargo, pese a que su legislación ya se puso en marcha, o al menos en mesa de discusión, ahora ni siquiera las plataformas digitales podrán importar estos productos.
El mercado de los cigarros electrónicos
La compra en línea de cigarros electrónicos y vapeadores nunca fue regulada en México, nadie ponía la lupa sobre el consumidor en la sombra del ecommerce, por lo que más de 1.5 millones de mexicanos podían recurrir a este “mercado negro” para adquirir los productos.
Ahora, con la prohibición a importación y exportación de estos artículos, el futuro de su venta y entrega es incierto.
“(El mercado negro) cierra la opción para que los consumidores tengan herramientas legales para hacer reclamaciones, o que conozcan los ingredientes que se consumen”, puntualizó oberto Sussman, presidente de ProVapeo Mx, a medios locales tras la polémica generada el 19 de octubre.
Según la asociación, de regularse el uso y comercialización de los cigarros electrónicos y vapeadores serían cerca de 2 mil millones de pesos los que podían recaudarse de impuestos; 15 mil 040 millones de dólares en 2020 fue el valor global de esta industria.
“La comercialización responsable consiste en establecer reglas y exigir que los vendedores exclusivamente le vendan a mayores. Necesitamos un mercado regulado que garantice que lo que compramos cumpla con normas de calidad”, ha declarado Tomás O’Gorman, abogado y miembro fundador de la organización ProVapeo Mx.
Posturas a favor:
Tanto los fabricantes de e-cigarettes como algunas investigaciones establecen que los vapeadores tienen cantidades menores de tóxicos y cancerígenos, comparados con el humo de los cigarrillos convencionales.
- El Royal College of Physicians (Reino Unido) consideró que reduce los daños en el tabaquismo.
- La Public Health England estableció que los vapeadores son un 95% menos perjudiciales que los cigarrillos.
- La FDA de Estados Unidos sugirió reconocer el potencial de la innovación que lleva a productos.
Posturas en contra:
Además de investigaciones médicas, en medios de comunicación se dieron a conocer varios casos de seguridad, en los cuales los cigarrillos electrónicos provocaron daños a usuarios con la explosión de sus baterías.
- El Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea 2017 demostró que endurecen las arterias y aumentan la presión arterial.
- Nicotine & Tobacco Research descubrió que los químicos que se colocan dentro de los e-cigarettes pueden provocar irritación en los pulmones.
- La FDA se encuentra investigando si vapear está vinculado con el desarrollo de convulsiones, problemas cardíacos y ataques cerebrovasculares.
Un paso adelante…
El pasado 19 de octubre de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) abrió una ventana para legalizar los cigarros electrónicos y su comercialización en toda la República mexicana.
Tras muchos años de evadir la polémica en la que grupos provapeo, médicos y detractores exigían una resolución definitiva, los magistrados por fin declararon inconstitucional la prohibición de estos aparatos electrónicos, aunque esto no significa que cualquier comercio pueda venderlos todavía.
“Todavía no existe una regulación para llevar a cabo estos procedimientos. Lo que hace la Corte es [establecer] que hay criterio general que dice que no se puede prohibir la venta, pero esto no significa que se pueda vender en cualquier condición”, explicó Juan José Cirión, presidente del grupo México y el Mundo Vapeando (Mexvap).
Mientras que eso pase, con la jurisprudencia obtenida en la resolución de la SCJN, los jueces tendrán que conceder amparos a las personas que se apeguen a este recurso legal para importar, distribuir y comercializar los cigarros electrónicos y vapeadores.
Tal como ocurrió con el uso lúdico de la marihuana, el caso pasó a manos del Legislativo para su normatividad, por lo que, hasta que eso no pase, no se puede hablar de una certeza entre consumidores y comerciantes, pero sí de un avance en ruta a la normatividad de un mercado que no es nuevo, pues hasta ahora se ha desarrollado en la clandestinidad a través de las compras en línea y algunas plazas comerciales.
“La importancia que tiene esto es muy grande desde nuestro punto de vista. Ya no puede llegar un legislador a tratar de hacer una prohibición”, añade el presidente de Mexvap.
Ahora, cualquier iniciativa de Ley en Cámara de Diputados podrá dar paso a la creación de una normativa integral que aborde el tipo de aparatos que pueden usarse, su venta, su uso en espacios públicos y el tipo de sustancias líquidas autorizadas y hasta las limitantes a la salud que pudieran adjudicarse.
Al respecto, las organizaciones de usuarios y comerciantes de vapeadores ya trabajan con algunos legisladores para incentivar una propuesta, pues estiman presentar próximamente entre 150 y 200 procesos de amparo para que se tome en cuenta una idea de equidad e igualdad ante el derecho de libre expresión por medio de los cigarros electrónicos y vapeadores.
…Y uno para atrás
A días de que la Suprema Corte avalara la constitucionalidad de los cigarros electrónicos y vapeadores, el 22 de octubre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto para prohibir la importación y exportación de estos aparatos.
Según el documento presentado en el Diario Oficial de la Federación, el argumento se basa en que el derecho a la libre personalidad “no debe ser derecho absoluto, como lo ha sostenido la primera sala de la SCJN”. López Obrador afirma que “cuando una persona, derivado del consumo de estos productos cae en una situación de enfermedad o de incapacidad permanente, se genera un alto impacto económico y psicoemocional a su entorno familiar y, adicionalmente, al sistema de salud del país, que se traduce en una afectación individual, familiar y a la sociedad en general”.
Contrario a lo delimitado por los ministros de la SCJN, sobre que no hay estudios científicos que demuestren que los vapeadores y cigarros electrónicos causen daños a la salud similares o peores que el tabaco, el Ejecutivo Federal expuso que la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como investigadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han alertado muchas veces los riesgos de estos aparatos para niños y jóvenes.
“Es válido limitarlo cuando se lesionen los derechos de terceros, o cuando se protegen intereses superiores (…) no sólo representan afectaciones a la salud del consumidor, sino que tiene repercusiones en el derecho al medio ambiente sano, al ser una fuente de contaminación adicional y, por tanto, causa efectos en la salud de los individuos que se encuentran en el mismo entorno y de la sociedad en general, así como lesiona el interés superior de la niñez, al inducirlos al consumo de sustancias nocivas”.
“Hay un interés superior en proteger la salud de los individuos al no exponerlos a sustancias tóxicas, así como en evitar que aumenten las enfermedades atribuibles al tabaquismo”, expone el decreto presidencial.
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