En 2007, cuando Steve Jobs presentó al mundo lo que sería el primer teléfono de Apple, las 3.5 pulgadas de diagonal de la pantalla táctil capacitiva que incorporaba parecían una monstruosidad comparada con las tendencias de diseño en teléfonos móviles en aquellos años. Sin embargo, desde entonces la mayor parte de las compañías han ido integrando pantallas cada vez más grandes (en conjunto con capacidades de procesamiento y almacenamiento en constante aumento), por lo que poco a poco todas las marcas han caído en un bache de diseño comparado con la gran variedad que existía hace algunos años. Sin embargo, ahora la tendencia retro podría estar por imponerse.

LG fue una de las primeras marcas transnacionales en anunciar un smartphone con diseño retro. Es decir, un teléfono estilo flip phone que sin embargo es un teléfono inteligente que utiliza Android como sistema operativo:

Este tipo de teléfonos podría llegar a satisfacer un gran hueco en el mercado: el de las personas que se resisten a las pantallas táctiles, a los smartphones o que simplemente quieren un teléfono básico para comunicarse, y si acaso, conectarse a internet.

Ahora Microsoft ha presentado el Nokia 230:

Este teléfono destaca por su diseño clásico y sus dos cámaras, ambas con flash, lo cual a su vez es una adaptación al uso que los consumidores dan a la cámara de sus teléfonos: selfies.

Las características de hardware de este teléfono no son nada sobresalientes, ya que apuesta a un mercado que busca un dispositivo sencillo y sin complicaciones.

Otra manifestación de la necesidad de cambiar los esquemas de diseño en smartphones, es la inclusión del teclado físico en el cover del Galaxy Note 5:

¿Regresarán los botones y el diseño retro a todas las marcas?