En un reciente viaje en autobús con mi amigo Ricardo Cucamonga -humorista, creativo e ideólogo que inventó al personaje de @cindylaregia desde hace más de 10 años y que el próximo año estrenará película con personajes de carne y hueso.- me contó muchas cosas que no sabía sobre las mujeres actuales.

Ricardo, al crear un personaje mujer tan fuerte y actual es gran conocedor de cómo y por qué piensan las mujeres lo que piensan. Entre bebida y bebida me soltó una teoría que me parece muy congruente y muy apegada a la selección natural que determina nuestras vidas y nuestros objetivos del ser todos los días.

En los años setenta, alrededor del mundo y su contexto habían muchos movimientos sociales por la lucha de género y la inclusión de las mujeres en el poder económico, político y laboral.

En sí, las mujeres armaron y aterrizaron movimientos feministas que sombraron el mundo, ¿Qué marcó la tendencia de moda en los hombres entonces? Se dejaron crecer el bello facial y el pelo.

Esa era la moda, como una respuesta de selección natural para decirles de una forma indirecta a las mujeres. Tú estas buscando un rol más materialista, económico y laboral y yo estoy aquí para decirte con mi bello, barba y pelo que soy el macho. El alfa. El fuerte por selección natural.

¿Qué pasó después? 20 años después. Las mujeres avanzaron fuerte. Ganaron mucho terreno. En el campo económico, con más poder adquisitivo, político y con mejores puestos de trabajo.

Ya no era tan necesario oponer resistencia de los hombres hacia las mujeres porque la lucha de genero estaba ya más pareja. En esta historia antropológica social, ¿Qué pasó? Que los hombres nos afeminamos en las tendencias de moda, la moda mayoritaria dictó que nos quitáramos las barbas, nos afectáramos perfectamente, nos perfumáramos y nos convirtiéramos en metro sexuales.

Es decir, ir más allá de nuestros roles de género. Algo así como que los hombres, inconscientemente, competíamos ahora por ser más bellos y estéticos que las mujeres. De hecho empezamos a comprar muchos productos y marcas para el cuidado personal.

¿Qué pasa ahora? Pues que hoy, hay ya dos tipos de hombres: Digamos los de tipo metro sexual y/o “princesos” y el bando de los barbudos en exceso varoniles que son los fresters de apariencia sucia, bestial, animal y con señales de macho alfa.

Si le preguntaremos a las mujeres, cuáles les gustan más, con mucha probabilidad nos dirían que prefieren a los limpios pulcros y afeitados. La realidad en el interior muchas mujeres no lo declararán ni aceptarán en público pero prefieren al macho, al hombre que reafirma que es fuerte.

Que las bese las abrace y las quiera con fuerza. Como un macho animal que copula con una hembra. Esta es una nueva ecuación social antropológica que dictará muchas formas de comportamiento de consumo y experiencias de vida en las mujeres de hoy. En las mujeres tetero sexuales del futuro próximo.