Sin planeación no hay movimiento. La planeación es trazar la trama de lo que queremos lograr dentro de nuestras metas y objetivos. Planear también es un sinónimo de volar para aterrizar con sabiduría.
Si no se planea bien, continuaremos dando bandazos y aleteos para generar viajes erráticos.
En la mercadotecnia, las relaciones públicas y la publicidad es vital planear bien. Si se planea bien y de forma efectiva esto es igual a dinero en la bolsa. Un inicio de año es un gran momento para hacer una pausa, respirar y planear con efectividad.
Elige a alguna persona de tu equipo para que sea el planeador y ese personaje debe de lograr no desconcentrarse del objetivo durante en los próximos 365 días. Ese planeador debe ser organizado, estratégico y tenaz. Puede ser un socio, un colaborador, un asociado, un aliado o un amigo. Y no importa que tu marca o empresa tenga una población de “tres gatos” o miles de personas.
Lo importante es no dejar de planear, 2018 será un año atípico como todos y con plena incertidumbre, si no planeas, no generas, ni facturarás lo suficiente.
¿Qué planeo, cómo planeo y por dónde planeo?
Como digo yo -Y perdón por el egocentrismo tipo precandidato Ricardo Anaya -, sólo aquel que sabe de donde viene, sabrá a donde va. Haz un inmediato análisis forense del año anterior y será mucho más valioso si fue un mal año.
Identifica qué fue lo que salió “mal”, “muy mal”, “bien” y “muy bien”. Lo que es más valioso de encontrar será entender y asimilar lo que hiciste “muy mal”. Más allá del aprendizaje, entender y aceptar lo que hiciste mal, determinará tu camino a los éxitos de 2018.
Ya que hiciste una genealogía de lo que realmente pasó el año anterior. Apunta a hacer cosas y no repetir los mismos errores. Debes de hacer otro tipo de errores para ganar más clientes, aprendizaje y dinero. En la medida que se cometan más errores, las probabilidades de lograr el éxito serán mucho mayores. Errar es el camino directo al éxito.
Trabaja sobre lo que hiciste mal para voltear la tortilla para que todo lo que hiciste mal, te genere mucho dinero y herramientas de evolución y crecimiento. Quédate con lo que valga la pena y trabaja para que no salgas del foco de tus objetivos, ¿Realmente sabes que es lo que quieres? Es muy probable que en realidad no tengas ni idea de lo que quieres en un mediano y largo plazo. Eso es muy humano.
El segundo paso en todo este análisis forense es entender y determinar cuáles son tus objetivos reales y alcanzables. Determina y resume en cinco, que sean alcanzables y realistas.
No dejes las cosas en generalidades porque perderás en toda la baraja, determina en forma cuantitativa y numérica lo que quieres lograr. Porcentajes, cantidades y números serán tus aliados aquí.
Tú puedes ser ese planner que tanto estás buscando, si tu hemisferio izquierdo del cerebro no te permite serlo, busca con hambre a ese personaje, invierte en él o comparte tiempo, ingresos y ganancias.
Si no tienes a ese personaje terminaras y morirás en el círculo vicioso de 2018. Que será la muerte segura. Amén.