Si algo caracteriza a Amazon es su constante crecimiento. Casi desde su fundación gigante ha mostrado tendencias a la alza en cuanto a ingresos y expansión por el mundo; sin embargo, el tercer trimestre de este año la compañía tecnológica registró una caída en ganancias que a su fundador, Jeff Bezos, costó poco más de 103 mil millones de dólares.
La empresa de comercio electrónico dio a conocer su reporte financiero correspondiente al tercer trimestre de 2019, en donde se registró el primer descenso trimestral en ganancias para la organización en más de dos años.
Beneficios a la baja
De acuerdo con el mencionado documento, Amazon registró ingresos operativos por 2 mil 900 millones de dólares. La cifra es superior a los mil 200 millones apuntados para el periodo anterior, pero sensiblemente inferior a los 4 mil 310 millones estimados por los analistas.
En este mismo sentido, el ingreso neto de la empresa se redujo de 3 mil 880 millones de dólares proyectados durante 2018 a 2 mil 130 millones, caída que representó la primera disminución anual desde el segundo trimestre de 2017.
Para Jeff Bezos, el desplome de los beneficios de su organización ocasionó que su fortuna se redujera en 103 mil 900 millones de dólares, toda vez que el valor de las acciones de la empresa se desplomaron un 7 por ciento luego de que se dieran a conocer los resultados de negocio trimestrales de Amazon.
Apuesta fuerte para crecer
Lo que ahora sucede con Amazon juega en una suerte de “perder para ganar”. La compañía vio frenados sus ingresos y beneficios debido a un aumento considerable del gasto en algunas áreas que buscan mejorar su servicio y opciones ante el consumidor final, acciones entre las que destaca la optimización de su plataforma de entrega para hacer llegar sus compras a los suscriptores Prime en menos de 24 horas.
Esta apuesta que de llevarse a buen puerto podría incrementar la base de usuarios de pago de la empresa, supuso incrementos importantes en términos de operación.
Al tercer trimestre, los gastos operativos de la empresa aumentaron 26 por ciento para alcanzar los 66 mil 800 millones de dólares. Por su parte, los costos de envío se elevaron 46 por ciento (para llegar a 9 mil 600 millones de dólares), mientras que los costos en tecnología y contenido hicieron lo propio con 28 por ciento (9 mil 200 millones de dólares).
A su vez, destaca que la fuerza laboral aumentó 22 por ciento para llegar a una plantilla formada por 750 mil colaboradores.
Entre dos posturas
Aún cuando muchos especialistas aseguran que la estrategia de Amazon es la correcta dentro de un mercado en el que no gana aquel que tiene el mayor stock sino aquel que logra hacer llegar su oferta lo antes posible a manos del consumidor, lo cierto es que la firma deberá de encontrar la manera de entregar alicientes a los inversores para no perder valor, más cuando sus pronósticos para la siguiente temporada navideña se mantienen a la baja.
El equilibrio entre los dos públicos que Amazon debe atender se pondrá a prueba. Por un lado, las decisiones de la firma parecen correctas si consideramos que un reciente estudio elaborado por MetaPack detalla el 66 por ciento de los shoppers define su preferencia a una tienda online con base en los atractivo de sus opciones de entrega, mientras que el 49 por ciento de los mismos pagaría más por obtener mejores soluciones de entrega en cuanto a rapidez y comodidad.
No obstante, la experiencia de Amazon revela que implementar sistemas y soluciones de entrega que satisfagan esta demanda es un proceso a largo plazo, por lo que la marca deberá de refrendar el valor de su negocio ante los inversionistas con algunas victorias a corto plazo en espera de que su apuesta por el fast delivery entregue buenos resultados.