El fin de los automóviles impulsados por derivados del petróleo es un hecho. Tarde o temprano, el crudo será tan escaso y su refinamiento tan costoso que su aplicación al transporte será inviable.
Sin embargo, ese “tarde o temprano” es una brecha de tiempo muy amplia y la vida de los motores a combustión puede extenderse mucho más de lo que algunos optimistas creen.
Una alternativa, la más viable hasta ahora, es la de los vehĂculos elĂ©ctricos. De la mano de Tesla, al comienzo, y de la mayorĂa de las grandes automotrices despuĂ©s, se están masificando algunos modelos impulsados a electricidad.
Eso podrĂa precipitar la despedida de los automĂłviles con motores convencionales, pero hay un problema: los subsidios.
Es que si bien la venta de vehĂculos elĂ©ctricos crece exponencialmente en algunos paĂses, en la mayorĂa de los casos es gracias a fuertes subsidios estatales. En Alemania, Angela Merkel lo sabe y por eso advirtiĂł que eso “no puede durar para siempre”. TambiĂ©n pidiĂł a las empresas europeas desarrollar celdas de almacenamiento porque no confĂa en China, el mayor proveedor.
En un evento de movilidad elĂ©ctrica este jueves en Alemania, la canciller del paĂs más poderoso de Europa hablĂł de “ayudar a persuadir a los alemanes a comprar vehĂculos elĂ©ctricos” con el aporte del Estado, pero advirtiĂł que eso no puede continuar para siempre.
En ese paĂs, un plan de subsidios por US$ 1.200 millones de dĂłlares ayudĂł a que se dispararan a más del doble las ventas de autos elĂ©ctricos en 2017.
“Ahora se habla de extender los incentivos, pero esto no puede ser un subsidio permanente”, dijo Merkel.
Otro problema: quiĂ©n hace las baterĂas
En el mismo discurso, Merkel se refiriĂł a otro de los problemas que Alemania ve en estos vehĂculos: la independencia. AsĂ es, repitiĂł su llamado a los paĂses europeos para que activen de manera urgente el desarrollo de cĂ©lulas de baterĂa.
Actualmente, la industria los obtiene por completo de fabricantes asiáticos. “No estoy segura si es algo bueno [los autos elĂ©ctricos] si no sabemos quĂ© sucede con la fabricaciĂłn de estas cĂ©lulas. TratarĂ© de impulsar un desarrollo europeo”, dijo Merkel, agregando que no estaba segura de confiar plenamente en China, hoy el mayor fabricante.
Diésel: el primero que se va
El debacle de los autos con motores impulsados por derivados del petróleo ya comenzó con un combustible: el diésel. Por ejemplo, el renovado sedán S60 de tamaño medio de Volvo es el primer modelo de la marca sueca que no incluye una opción diesel.
La decisión de Volvo se suma a la de Toyota y de Nissan, que anteriormente anunciaron la eliminación gradual de las opciones diésel en medio de la disminución de la demanda.
Fiat Chrysler Automobiles (FCA), en tanto, dejará de ofrecer versiones diésel para sus marcas Alfa Romeo, Fiat, Jeep y Maserati para el año 2022.