Siguiendo con su política proteccionista, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció la tarde de ayer sus intenciones por imponer aranceles del 25 por ciento a las importaciones e acero y del 10 por ciento a las de aluminio.

El mensaje tuvo efectos inmediatos en las Bolsas de Valores de todo el mundo, la cuales registraron caídas importantes en el valor de las acciones ante la búsqueda de los inversionistas por refugiarse en activos seguros.

La Bolsa Mexicana de Valores, por ejemplo, registró una cañada de 0.73 por ciento, mientras que el índice Dow Jones reportó una caída de 1.13 por ciento. De igual manera el índice Stoxx Europe 600, que agrupa a las 600 compañías más importantes que cotizan en los mercados de renta variable de 18 países europeos, descendió 0.61 por ciento, mientras que los índices Nikkei de la Bolsa de Tokio y Hang Seng de la bolsa de Hong Kong reportaron pérdidas del 2.50 por ciento y 1.48 por ciento, respectivamente.

Cuando este efecto se lee desde la óptica del consumidor final, se prevé que los precios de los productos se eleven para absorber el posible nuevo impuesto, en donde las industrias automotriz y aeroespacial así como la de electrodomésticos serán de las más afectadas.

No obstante, existen otros segmentos de productos que resultan de consumo habitual que también resentirán la puesta en marcha de esta iniciativa.

Todo en lata

Desde la cerveza y refrescos hasta alimentos enlatados, dulces y algunos productos farmacéuticos tendrán que incrementar sus costos. Gran parte de la oferta de las marcas que se desarrollan en estas categorías es prestada en envases de aluminio, lo que frente a un incremento  para satisfacer esta materia y la poca producción de dicho material en Estados Unidos deberán incrementar sus costos y, quizá, recortar personal.

El tema no es menor si consideramos que, de acuerdo con Bloomberg, los empaques y envases representan el 18 por ciento del consumo de aluminio en el mercado estadounidense.

De esta manera, marcas como Coca-Cola, Bud Light, Campbell’s , Mars y Hershey, sólo por mencionar algunas podrían incrementar sus costos al consumidor.

Industria automotriz

Aunque aún no se determinar las bases sobre las que se estipularan las cargas impositivas a los metales, una de las industrias que se verá gravemente afectada será la automotriz.

De la misma manera que las armadoras del resto del mundo, los productos de vehículos en Estados Unidos incorporan cada vez más componentes de aluminio con la intención de disminuir el peso de las unidades, garantizar un mejor rendimiento del combustible y cumplir con regulaciones ambientales.

El impuesto son este metal tendría un impacto en la generación de empleos así como en los precios de los automóviles tanto en México como en Estados Unidos sólo para tomarlos como referencia.

El incremento de las tarifas presupuestales al aluminio durante la administración de Bush en 2002,  cobró 200 mil empleos, de los cuales 30 mil respondieron a Michigan, Ohio y Pennsylvania, únicamente.

Al mismo tiempo es importante mencionar que según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) durante el año pasado, de todos los vehículos nuevos ligeros vendidos en México, 18 por ciento provino de Estados Unidos y Canadá, de manera conjunta.

Firmas como Ford, Toyota y General Motors deberán de pensar en estrategias que no afecten la relación con sus consumidores por una posible alza en los precios.

Tecnología

Por definición, el sector tecnológico fabricante de dispositivos podría ser uno d esos grandes afectados, sobre todo si consideramos a aquellas empresas que maquillan piezas importantes en Estados Unidos.

El suministro de materias primas como el acero podría verse mermado ante la incapacidad del mercado estadounidense por satisfacer la demanda. Durante 2016, la demanda de la hojalata de acero fue de 2.1 millones de toneladas, mientras que el suministro interno apenas alcanzó los 1.2 millones de toneladas, según el Can Manufacturers Institute.

No obstante, al considerar que la mayoría de los dispositivos en este rubro se maquillan en otros países como China, el impacto previsto es mínimo.

Desde Loup Ventures refieren que, por ejemplo, que los costo de las Mac y iPhones de Apple se podrían incrementar apenas un 0.2 por ciento como consecuencia de este arancel.