Pese a que Los Ángeles y París llevan la ventaja sobre Budapest en la carrera por los Juegos Olímpicos del 2024, Donald Trump no tiene todas las de ganas para albergar la justa deportivo.
Las primeras semanas de la administración Trump han perjudicado la oportunidad de que la ciudad logre la sede, según analistas consultados por la agencia de noticias AFP.
Los Ángeles, de la mano del expresidente Barack Obama, buscó su participación como un medio para “reconectar a la juventud de Estados Unidos -que contará con 100 millones de menores de 25 años en 2024- con los Juegos”, explicó en noviembre Casey Wasserman, presidente de LA 2024.
Desde la llamada telefónica de Trump al presidente del COI, Thomas Bach, su administración se ha sumido en controversias sobre la repentina imposición de una prohibición de viajar a refugiados y migrantes de siete naciones de mayoría musulmana, considerados un riesgo para la seguridad en Estados Unidos.
Trump ha apoyado repetidamente la campaña de LA2024, incluso pese a que el alcalde demócrata de Los Ángeles, Eric Garcetti, un líder clave de la candidatura, ha criticado las políticas de la administración en materia de inmigración. Los Ángeles ya acogió los Juegos en 1932 y 1984.
Golpe para Los Ángeles 2024
Mientras que la prohibición de viajar impuesta por el mandatario estadounidense finalmente fue anulada por un tribunal federal, la controversia ha dejado a la candidatura de LA2024 con un problema de relaciones públicas en un momento en que necesita ganarse los corazones de votantes.
“Creo que lo que Trump ha dado un golpe mortal a las intenciones de Los Ángeles de ser la sede del 2024”, dijo Derick Hulme, profesor de ciencias políticas en el Alma College de Michigan.
Éste cuestionó si el COI estaría dispuesto a elegir a Los Ángeles si hubiera dudas sobre la posibilidad de que todos los deportistas puedan entrar libremente a Estados Unidos.
“El COI es un organismo con aversión al riesgo y va a ser muy, muy cuidadoso en adjudicar los Juegos a un país al que tendrá poca confianza de que todos los atletas podrán asistir a los Juegos”, dijo Hulme, quien ha publicado un libro llamado Los Juegos Olímpicos Políticos: Moscú, Afganistán y el boicot de los Estados Unidos de 1980.
“Mientras Donald Trump sea presidente, los Estados Unidos están efectivamente fuera de la carrera para organizar grandes eventos deportivos. Estados Unidos es una opción demasiado arriesgada para las grandes federaciones internacionales”, agregó.
“Si los franceses no van por la ruta de la extrema derecha, Francia será la anfitriona de los Juegos”, dijo Hulme a la agencia AFP.
Los funcionarios de LA2024 insisten en que confían en que los votantes del COI considerarán la oferta por sus méritos en lugar del clima político.
“Queremos ser juzgados por los méritos de nuestra oferta, no por la política”, dijo el presidente de LA-2024, Casey Wasserman.