Al parecer todos hemos experimentado una “falsa promesa” de que en 2021 los hábitos de trabajo regresarían a la normalidad, pero con mejores políticas de Work From Home o mayores permisos de trabajar desde casa. 

Toda la expectativa y alivio que nos causó la noticia de la llegada de una vacuna se ha visto aplastada por la realidad de que ya es enero 2021 y ya hay nuevas variantes -más agresivas- del virus, muchas partes del mundo vuelven al encierro y muy probablemente nos toque la vacuna hacia la 2da mitad del año si bien nos va.  Lo bueno: no es marzo 2020 y hemos aprendido muchísimo en los últimos 10 meses… ¡es hora de aplicar lo aprendido!

Considero que para sobrellevar la situación no hay una solución nueva ni revolucionaria, necesitamos “más de lo mismo”, aquello que ha hecho a las mejores organizaciones y a los mejores líderes salir adelante durante este cierro. Y lo necesitamos con mucha consistencia y determinación como equipos, para poder salir no solamente bien, sino fortalecidos. Les comparto los 7 puntos que los líderes debemos de enfocarnos durante esta siguiente fase del encierro:

1. Mantener la conexión social.

En un mundo en donde el distanciamiento social es promovido, es crítico asegurarnos que seguimos unidos en esta situación, distanciados, pero más unidos. Este es un factor esencial, es el factor #1 y el más importante. El bienestar emocional debe de considerarse y verse como el bienestar emocional del grupo, no del individuo, con la mentalidad de que “no se deja a nadie atrás” y “¡no se abandona a nadie!”.

Como seres humanos somos sociales, pertenecemos a una tribu, a un grupo, o a varios. La interacción con otras personas es esencial – asegurarnos que nos sentimos valorados, incluidos y que valemos. Por lo tanto, conforme planean sus interacciones hacia adelante, asegúrense de crear espacios en donde éstas sean significativas y no nada más rutinarias o de status. Son las conversaciones 1 a 1, en donde se intercambian puntos de vista entre personas, no entre jefe y subordinado, las que más contarán. Es celebrar como equipo, ser alegres, perder un poco la pena, es ser honesto con lo que sentimos y respetar y apoyar a nuestros colegas. Realmente conectar.

2. Mantener – e incrementar- la comunicación.

Por supuesto que comunicación clara y buena es clave – compartir estatus de proyectos, información e historias de éxitos, etc…  pero este punto es sobre ir más allá. Es sobre enganchar a la gente e incluir a la gente: preguntas, discusiones, debates, palabras de apoyo y todo lo que se le parezca caen en este punto #2. La buena comunicación siempre es de dos vías, es sobre ayudar a las personas a ser más productivas, a ser mejores: ayuda a acercar a la gente. Recuerden que el punto más alto de una buena comunicación es hacer a la gente sentir algo.

Nunca ha sido más relevante la famosa frase de Maya Angelou: – “He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, también olvidará lo que hiciste, ero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”. Apunten ahí, apunten muy alto. 

3. Usar la memoria muscular. 

Esta es breve pero muy concisa: dediquen tiempo a revisar y entender qué hicieron bien y qué pueden hacer mejor durante el 2020 para ayudarse en los momentos complicados. Todos encontramos hábitos y modos que nos ayudaron a sobrellevar la situación y ser más eficientes y efectivos durante la pandemia. Piensen en qué fue lo que hicieron que les funcionó y utilicen esos mismos “músculos” nuevamente. En julio pasado muchísima gente había encontrado nuevos rituales y hábitos en los que se estaban ayudando para ser mejores, vuelvan a ellos. 

4. Seguir moviéndose (hacia adelante).

Literalmente, pero también figurativamente. En 2020 había equipos que tenían clases de ejercicio en línea, o retos de ver quién caminaba más pasos, o reuniones de pie en lugar de sentados… vimos de todo e inventamos una variedad enorme de soluciones para mantenernos activos y sanos durante el encierro. El movimiento físico se convirtió en uno de los focos más importantes para mantenernos sanos física pero también mentalmente. Agendar recesos, agendar media hora para ayudar a los hijos, para regar las plantas, para sacar al perro; agendar la hora de salida “de la oficina”, etc., etc… Pero en este caso el seguir moviéndonos también implica seguir mejorando, seguir evolucionando, seguir siendo una mejor versión de cada uno constantemente. Movernos hacia adelante con el cuerpo, con la mente y con el alma y el espíritu. Uno de los factores para el bienestar integral es la habilidad de aprender constantemente – si lo dejamos de hacer, iremos hacia atrás… seremos menos.

Conforme planean su 2021, sean cuidadosos de sus planes de movilidad personal – tengan un régimen de ejercicio, no lo hagan imposible de alcanzar y asegúrense que va acorde a tus hábitos y rutinas – como bromeamos el año pasado: ejercicio no es correr al refri cada hora-. También planeen su aprendizaje: no debe de ser complicado ni consumir mucho tiempo, no necesariamente deben de aprender un idioma nuevo -o sí-… solo aseguren que su mente también este haciendo ejercicio. 

5. Ser lo más humanos que podamos ser.

Este punto es solo un recordatorio. Muchos hemos estado quemados, literalmente, de tanto trabajo, el famoso –burnt out-. Entre tantas cosas complejas lo que más me ha sorprendido en estos meses de pandemia es que nuestra verdadera naturaleza es bondadosa, es ser buenos con el prójimo. No necesitamos héroes ejecutivos godinez en todos los equipos, necesitamos líderes que escuchen, que sean compasivos y que sean humanos en sus juicios considerando por lo que todos estamos pasando. 

Revisando mucha de la literatura que se ha escrito sobre liderazgo en esta época pandémica, estos son los temas del que más se habla: humanismo, entendimiento, compasión. Sí, necesitamos dirección de nuestros líderes, necesitamos guía y su brillantez para navegar nuestra complicada realidad de negocios, pero más aún lo necesitamos de líderes con los que nos sintamos conectados, que sintamos que les importa, que sean genuinos y honestos. Así que como parte de la estrategia para interactuar con los demás, para planear actividades, entregar proyectos, etc.. piensen en maneras de hacerlo que demuestren que también están pendientes, que escuchan, que hay humildad y empatía. 

6. Usar su propósito como guía. 

Seguimos hablando del propósito. Propósito de la compañía, de la marca, del negocio, de la organización…. El famoso “Why”. Es probable que tanto tú como tu equipo necesiten actualizar su propósito – o definir uno nuevo-. Qué mejor manera de empezar el 2021 que haciéndolo como equipo con pasión y compromiso para todos juntos contribuir y pasar por lo mismo.

7. Hacer todo lo anterior junto y al mismo tiempo. 

Si creían que alguno de los puntos antes mencionados eran algo complicado, ahora solo tienen que encontrar la manera de tratar de hacerlos todos juntos, todo el tiempo. Pero no se preocupen, al final todo está conectado y será más fácil si tenemos todo esto presente.

Conforme revisas la lista, reflexiónala primero como líder en tu organización: cómo puedes tú contribuir a los demás. Luego coméntala con otras personas, compartan puntos de vista, critiquen y construyan y hagan del éxito personal un éxito de conjunto, de equipo. Si crean acciones y tareas que requieran trabajo en equipo para llegar al éxito, KPIs y objetivos compartidos, acciones que agreguen valor para otras áreas, no solo la tuya, ya están uniendo todo. Es muy fácil centrarnos en nuestras diferencias, pero es muy satisfactorio decidir enfocarnos mejor en lo que nos parecemos y nos hace exitosos juntos. 

Twitter: @ManuMedinar