Ante un eventual cambio, cualquier persona siempre requerirá tomar una decisión acertada. Para algunos profesionistas, emprendedores o mercadólogos, una mala decisión puede significar pérdidas económicas, un proyecto fracasado y muchas lecciones de por medio.
De acuerdo con ABC News, las decisiones exitosas son una acumulación de aprendizajes y malas experiencias, no obstante, estos sus puntos de vista darán más pistas sobre cómo acertar en un hecho exitoso.
Simplificar. También conocido como “simplificar el campo de batalla”, es la toma de decisiones rápida que pueden tener consecuencias de fracaso o éxito, sin embargo, se debe definir prioridades que puedan resultar en un efecto positivo.
Asumir costos. Negarse no es una buena decisión, lo ideal es continuar con la toma de decisiones asumiendo los costos, es decir, cualquier acto conlleva una consecuencia, no obstante, la indecisión indica preocupación o falta de información.
Inteligencia emocional. Cuanto más importante es una decisión, más se debe pensarse de forma lógica y racional, por lo que cuando se trata de grandes decisiones, tiene que ser completamente racional.
Componentes emocionales. Al parecer, las decisiones lógicas tienen un componente emocional secreto, es decir, algunas personas toman decisiones emocionales y buscan racionalizarlo con lógica, por lo que se debe analizar ambos lados, sin encontrar dilemas, solo soluciones. Subestimar un inconveniente puede ocasionar tener una desventaja tras otra.
Saber lo que quieres. El éxito en los negocios viene de saber el resultado deseado, es decir, nunca perdiendo de vista el objetivo o meta, ya que se debe alejar todo distractor que aleje del objetivo. Además se necesita trabajar en las creencias y mentalidad para acercarse a la misión sin temor. Concretamente, los pensamientos débiles crean malos resultados.
Tener filtros. Cada decisión no debe solo traer un beneficio personal, sino social, por lo que si una idea de negocio ayuda a una familia, a crecer la marca y beneficiar a empleados entonces es una buena idea, además de que un exceso de análisis puede generar dudas que atrasen una decisión. Un sistema de filtros ayudará a dar pasos correctos.
Construir un equipo. Un buen equipo hace que una empresa crezca, ya que cada uno aporta sus “dones”, que combinados impulsan las fortalezas de un equipo.