Si bien es verdad que laborar de forma responsable es el primer paso para un aumento salarial, lo cierto es que se requieren de varias actividades extras para alcanzar los méritos necesarios para pelear un salario más elevado.
De acuerdo con markets inside, los jefes evaluarán cada paso que darás antes de pensar en darte un aumento, lo cual puede generar versiones encontradas entre el jefe y el empleado, es decir, el trabajador podría creerse merecedor de un alza salarial, pero el superior no.
Entre las observaciones que se encontraron, destacan:
Llegar tarde. El asunto de los atrasos siempre es un gran problema. Una de las razones por las que las personas se retrasan es porque son optimistas en el tiempo, cuando la realidad es que se confían y llegan tarde. Además, la llegada tardía puede afectar a los colegas, es decir, tarde o temprano dejará de ser profesional.
Un pobre equilibrio entre la vida familiar y laboral. Una buena vida fuera de la oficina es un buen indicador de equilibrio, ya que incluso hay patrones que animan a sus empleados a equilibrar su vida con actividades y personas.
Pasar demasiado tiempo en el celular o redes sociales. Los celulares y las redes sociales están arraigados a las vidas de las personas. Según Pew Research, el 34 por ciento de las personas acepta que usan redes sociales en el trabajo, además de que un 27 por ciento asegura conectarse con amigos y familiares mientras trabajan. Los jefes notan el uso. El 19 por ciento de los empleadores creen que en realidad sus trabajadores laboran cinco en lugar de ocho horas, ya que los celulares pueden reducir la productividad hasta un 55 por ciento.
Responde los correos como si contestara los mensajes de Whatsapp. Cuando un supervisor manda por correo electrónico para averiguar cómo está el proyecto que está trabajando, lo ideal es ser claro o franco, ya que contestar mal puede incluso dañar la reputación.
No aceptar críticas o admitir errores. No hacerlo es uno de los errores más grandes de un trabajador, ya que restará méritos, sin importar el talento del trabajador, perjudicará la imagen del empleado. Y es que una actitud defensiva sugiere que no se está listo para escuchar a los demás, arreglar problemas o asumir responsabilidades de los errores.
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