El marketing de contenidos es la estrategia de marketing que se centra en crear, publicar, distribuir y compartir contenido relevante con el propósito de atraer clientes nuevos de una manera permanente.
Suele confundirse con inbound marketing, sin embargo, el inbound marketing es un concepto mucho más amplio y el marketing de contenidos es solo la primera parte de este.
También algunos suponen que el marketing de contenidos se dedica únicamente a crear contenidos. En principio, así es, sin embargo, crear contenidos no es necesariamente marketing de contenidos.
Me imagino que no es la primera vez que han escuchado o leído acerca del marketing de contenidos y se preguntarán ¿Por qué está en boga? Sin duda, es una modalidad que va tomando una posición cada vez más preponderante entre las marcas y eso se le puede achacar a su afabilidad, así como que su fácil adopción en Google.
Pero contrario a la moda, el marketing digital no es pasajero, por eso 8 de cada 10 directivos de marketing afirman que ese es el futuro para atraer a posibles interesados, ofreciéndoles un contenido relevante, útil, creativo y de calidad, con el fin de generar su atención y luego convertirlos en clientes.
Dicen que el contenido es King, pero la distribución es Kong y para ello existen un sinnúmero de opciones que dependerán de las características y el impacto que se busque lograr, desde formatos con mayor peso visual como imágenes, infografías, videos; o aquellos que requieren mayor explicación o fondo, como tutoriales, Ebooks, webinars, revistas o presentaciones; y si lo pertinente es optar por un acercamiento más lúdico, podemos valernos de juegos y aplicaciones. No hay que olvidarnos del formato, porque un diferenciador del contenido es la manera en que lo presentamos.
El primer paso para definir por dónde empezar, lo determinan dos requisitos: contar con una estrategia de marketing bien definida, con objetivos claros; y, la perfecta identificación del público de interés. Concretada esta fase, se arranca con el proceso de marketing de contenidos que consta de cuatro etapas:
Creación de contenidos. El iniciar bien, es crucial para acabar bien. Para ello hay que construir contenidos de valor, de ahí la relevancia de una correcta segmentación, pues mientras mejor conozcamos al destinatario de nuestros mensajes, más capaces seremos de alcanzarlo con efectividad. Debemos de tener la capacidad de identificar sus gustos, inquietudes y problemas, así como que tipo de formato es de su preferencia: audio, video o texto, y que redes sociales frecuentan.
Un óptimo plan de contenidos exige una calendarización previa, con una programación diaria. Eso ayudará a planificar en el largo plazo, tener una mayor perspectiva y visibilidad y la facultad de diferenciar audiencias para crear trajes a la medida para cada una de ellas.
Concluida la primera etapa, esta nos conduce a la generación de leads. Ya que logramos obtener las primeras visitas, tenemos que buscar la forma de conseguir los datos de los usuarios para tratar de convertirlos en clientes potenciales.
Viene entonces la maduración de leads. Hay que trabajarlos con la finalidad de lograr empatía e identificación con la marca, de esa forma podemos aspirar a que se conviertan en visitantes frecuentes y aumente la posibilidad de que adquieran los productos o servicios que se ofertan.
El desenlace del proceso está en la generación de clientes. Cuando identificamos esos leads maduros, ya se puede entablar una relación directa y constante, aderezada con otro tipo de motivadores como información exclusiva, ofertas, promociones y propuestas atractivas para obtener su fidelidad. Hay que agregar, que el confeccionar contenidos útiles y personalizados, impacta en beneficio de la reputación y la visibilidad de la marca o de la organización.
Esta parte resulta muy interesante, pues nos da la oportunidad de escuchar a los usuarios y recoger su retroalimentación, lo que facilita determinar con mayor certeza aquellos temas que le resultan significativos, lo que se traduce en erigir relaciones directas y cercanas de forma natural y abierta.
El contenido, si se utiliza de manera adecuada, puede beneficiar tanto al marketing como a las ventas, mejorar el posicionamiento en buscadores (SEO), generar más confianza y mayor relevancia las Redes Sociales y atraer más tráfico a la página web de la organización. En suma, mantiene a la marca en primer plano para los clientes y facilita los procesos de venta.