Todas estrategias de emprendimiento de un negocio conllevan riesgos y fracasos que no todos están dispuestos a aceptar. De acuerdo con The New York Times, nuestros hábitos son los que impiden incrementar el potencial económico e intelectual.

Según, GOBanking Rates, la mitad de los adultos en Estados Unidos no tiene el suficiente dinero ahorrado para cubrir sus necesidades básicas por seis meses de gastos, y es que para emprender un negocio que se pueda convertir en una marca grande se necesita crear, hacer, disfrutar, ahorrar, pasar y manejar el dinero, así como los siguientes puntos:

No pedir ayuda. Para los empresarios, la mentalidad de tener todo bajo control puede crear un estado de querer hacer las cosas por adelantado debido a un falso estado de “mantenerse a salvo”, lo cual dificultará hacer cambios significativos en sus marcas o hacer una inversión arriesgada. Para ello, pedir opiniones o ayuda es bueno por razones altruistas y por sentido comercial. En lugar de creerse la única persona de realizar una tarea importante, es ideal construir un equipo de personas confiables para incrementar los resultados que puedan ser prometedores.

Buscar una validación externa. Algunos emprendedores gastan dinero innecesario en la asistencia que no necesitan, como coaches porque sienten que la aprobación de alguien más les hará sentir que están en la dirección correcta. Según Forbes, las personas con autoevaluaciones de alto nivel o autoconceptos positivos aumentan los niveles de satisfacción en el trabajo, mayor rendimiento, mayores ingresos y menor estrés. Al parecer, las personas deben formar un “juicio duro” para lograr grandes metas y mejorar la confianza en sí mismos.

Miedo a superar a otros. De acuerdo con psicoanalistas, las personas que experimentan logros repentinos y que se enorgullecen de ellos siempre tendrán un amigo cercano que “deje de hablar con ellos”, lo cual dejará al triunfador con una sensación de aislamiento y soledad, lo cual se trasladará a miedo a finanzas elevadas o emprendimientos exitosos. Una de las mejores formas de superar dicha sensación es cultivar la filosofía del logro a partir del esfuerzo y controversia.