Donald Trump será el próximo presidente de Estados Unidos y con él llegarán a la Casa Blanca una serie de propuestas en política económica y financiera que mantiene a la industria a la expectativa, debido a su dureza y al impacto que generará a la forma de hacer negocios en la actualidad.
El entonces candidato republicano dijo en el segundo debate presidencial en octubre que el mercado de valores estadounidense está “dentro de una gran burbuja sucia y desagradable” impulsada por las bajas tasas de interés, las altas valoraciones y la rentabilidad máxima de las corporaciones, debido a la mudanza de sus oficinas centrales y el offshoring (el traslado de procesos de las empresas de un país a otro).
De acuerdo con estimaciones de la calificadora Standard & Poors estos son los 10 sectores de la industria que pudieran verse afectados por las políticas de Donald Trump.
1- Industria de artículos de lujo (viajes y marcas de lujo)
2- Cadenas de comida rápida (McDonald’s, Taco Bell, KFC y Pizza Hut)
3- Industria automotriz (producción, compra y autopartes Chrysler)
4- Industria alimentaria (caída en el consumo de pollo frito)
5- Industria de servicios (caída en la visita a restaurantes)
6- Industria de comida (menos consumo de donas de Dunkin Donuts)
7- Industria automotriz (reparación y obtención de autopartes Ford)
8- Industria del hogar (refacciones para electrodomésticos Whirpool)
9- Centros Comerciales (menos compras de los usuarios)
10- Tiendas departamentales (los consumidores regresarán a lo básico o comprarán lo más barato)
Donald Trump señaló que la economía será su prioridad, sin embargo su estandarte será “el americanismo y no el globalismo”. Esto significa intervencionismo en las empresas que decidan deslocalizar. E+Trump ya atacó con fiereza a la multinacional Mondelez cuando decidió trasladar parte de su producción a México y ha asegurado que, cuando sea presidente, “vamos a hacer que Apple fabrique sus malditos (sic) equipos en Estados Unidos”.
Trump no tiene buenas relaciones con Wall Street y amenaza con desenterrar una legislación llamada Ley Glass-Steagall, derogada en 1999 y que,exige separar la banca comercial de la banca de inversión, sólo por mencionar uno de sus atribuciones.
150 ejecutivos de Silicon Valley se han puesto en guardia frente al nuevo presidente, como el cofundador de Apple, Steve Wozniak, y el de Twitter, Evan Williams, quienes publicaron una carta abierta en la que destacan que las propuestas “serían un desastre para la innovación”.
En el plano de inversiones, además de asegurar que aplicará cambios “para añadir millones de trabajos y miles de millones en nueva riqueza”, Trump ha hecho un especial hincapié en la reforma de las infraestructuras, lo que puede ser beneficioso para las constructoras españolas que operan en territorio americano, como ACS y Ferrovial.