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La decisión es parte parte de un fenómeno estudiado por la Universidad de Yale, sobre cómo actuaron las empresas ante el conflicto armado ruso.
Los conflictos geopolíticos han llevado a marcas como Ben And Jerry’s a tomar decisiones de negocio en otras partes del mundo.
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Weber Shandwick también condujo un análisis, donde encontró cuál era la opinión sobre el activismo CEO.
El Ministerio de Industria y Comercio de Rusia habría anunciado que Lancôme, Armani, Saint Laurent, Redken y Kerastese, marcas propiedad de L’Oréal, volverían a ese país, en medio del conflicto armado en Ucrania; sin embargo, la compañía aclaró que se trata de información falsa.
“En relación con la información errónea que circula en los medios de comunicación rusos sobre la especulación de que las marcas del grupo L’Oréal (Lancôme, Redken, Giorgio Armani, Kérastase & YSL) volverán a importarse a Rusia, L’Oréal reafirma que su posición no ha cambiado“.
“L’Oréal cumple estrictamente con las sanciones de la UE y de Estados Unidos. Además de cerrar temporalmente todas sus tiendas propias, los mostradores operados directamente en las grandes tiendas, así como los sitios de comercio electrónico de marca propia y de suspender todas las inversiones industriales y en medios nacionales, L’Oréal dejó de vender la mayoría de sus marcas, incluidas estas, en Rusia y sólo vende productos de uso diario esencial“, destacó la marca en una postura a la que Merca2.0 tuvo acceso.
La información falsa que se distribuyó a nivel internacional se atribuyó a la agencia RIA Novosti.
Rusia y Ucrania, el nuevo fenómeno de marcas
Una proyección de la la Universidad de Yale estimó que, en medio del conflicto armado derivado de la invasión a Ucrania, 320 empresas detuvieron por completo sus operaciones en Rusia o salieron por completo del país; 499 restringieron temporalmente la mayoría o casi todas las operaciones, manteniendo abiertas las opciones de devolución; 172 empresas redujeron algunas operaciones comerciales, pero continuación con otras; 160 retrasaron sus inversiones en el país; y 236 se negaron a detener operaciones.
Como este fenómeno que se ha registrado en Rusia, marcas como Ben and Jerry’s han tomado decisiones geopolíticas como la que anunció en 2021, cuando dejó de vender sus productos en territorios palestinos ocupados por Israel.
La decisión fue argumentada en ese entonces por la marca como una acción ante lo “incompatible con nuestros valores vender helados en los territorios palestinos ocupados”, ha anunciado la compañía comprometida en causas de justicia social como Black Lives Matter o los derechos LGTBIQ+”.
El cuestionamiento a los fenómenos geopolíticos que se contraponen a los valores corporativos y sociales se ha convertido en una medida cada vez más seguida por las marcas, por la importancia del activismo y los derechos humanos que se toman en cuenta frente a empleados y directivos.
Es importante ver que en los casos de Rusia o de Israel, no todas las marcas están dispuestas a tomar una postura e implementar acciones que ayuden a enfrentar las circunstancias, por el contrario, muchas marcas permanecen.
Ante estos fenómenos es interesante ver que hay tendencias de activismo muy importantes, esto lo vimos cuando se condujo un estudio sobre activismo CEO, donde Weber Shandwick encontró que un 70 por ciento de encuestados dijo que deberían hablar sobre habilidades y gestión del talento; El 67 por ciento dijo que debería hablar sobre salario digno; 62 por ciento que deberían de tocar temas de salud, mientras que el activismo CEO debía de abstenerse de tocar temas como LGBT+, 44 por ciento, control de armas, 47 por ciento y refugiados, 44 por ciento.
El impacto geopolítico en las decisiones de negocio es un fenómeno que se puso a prueba en el conflicto de Rusia y Ucrania, revelando las acciones de acatamiento a las sanciones comerciales que se imponen en estos países.